Labores de seguimiento y vigilancia a personas, agentes infiltrados e interceptaciones de celulares le permitieron a la Policía Metropolitana en coordinación con la Fiscalía Primera de la Unidad Antinarcóticos de Barranquilla, desarticular el pasado 22 de noviembre la banda delincuencial "los Chamos", dedicada a la venta de microtráfico de drogas.
Las pesquisas dan cuenta que el 19 de abril de 2015, una fuente humana puso en conocimiento de las autoridades la existencia de una organización delincuencial que estaría realizando presuntamente, actividades delictivas relacionadas con el microtráfico de estupefacientes, específicamemente en los barrios Las Nieves y Los Trupillos.
La investigación permitió las capturas de cuatro particulares y tres policías: el subteniente Sergio Leonardo Sandoval Rivera y los patrulleros Daniel José Ricaurte Villarreal y Ender Arturo Lasprilla Ballesteros, quienes de acuerdo con la Fiscalía, colaboraban con la organización delincuencial, permitiéndoles la libre venta de sustancias alucinógenas a los expendedores, al tiempo que “movían sus influencias” para liberar a los miembros de la banda que eran capturados vendiendo drogas”.
Los particulares arrestados fueron Edwin Miguel Martínez, los hermanos Rosmery y Camilo Hernández Doria y José del Carmen García, señalado jefe de la banda, capturado en el barrio Miramar.
En la audiencia de imputación de cargos contra los siete procesados, el Fiscal Primero de la Unidad de Antinarcóticos reveló los audios que permitieron a las autoridades establecer la relación del subteniente y los dos patrulleros de la Policía Nacional con la banda delincuencial "los Chamos".
En una de las interceptaciones realizadas el pasado 26 de febrero, alias "el Chamo" se comunica con el subteniente Sandoval para pedirle un favor.
En otra llamada grabada el mismo día, "el Chamo" se comunica nuevamente con el subteniente Sandoval, quien le pide respuesta a la colaboración que le solicitó, a lo que el oficial le dice que ya habló y le van a colaborar.
Las interceptaciones telefónicas permitieron a las autoridades establecer también el vínculo del patrullero Daniel Ricaurte con la organización delincuencial, así como la cercanía y confianza del uniformado con el líder de la banda. Hablaban sobre la captura de uno los vendedores de drogas.