Gaula militar presionó y fue liberado el universitario secuestrado en Maicao
Ya está con sus familiares y goza de buena salud.
Presiones ejercidas por tropas del Gaula Militar Guajira permitieron que a las once de la noche del domingo fuera liberado por sus captores Ángel Ricardo Suárez Brito.
El joven universitario fue secuestrado el pasado 22 de agosto en una finca ubicada en el corregimiento de Carraipía (Maicao), cuando seis sujetos armados ingresaron al predio y se lo llevaron en una camioneta de propiedad de la familia de la víctima, la cual posteriormente fue dejada en abandono.
Desde ese momento, el personal de inteligencia del Gaula Militar con el apoyo del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía inició las labores correspondientes para dar con la ubicación de Suárez Brito, incluso ofrecieron hasta 10 millones de pesos por información.
Sin embargo, fue el uso de tecnología de punta y el rastreo de llamadas telefónicas lo que permitió que el Gaula Militar pudiera determinar que el joven 22 años aún se encontraba en la zona rural de Maicao, y fue entonces cuando ejercieron las presiones necesarias para lograr una liberación controlada, y que se hizo efectiva en una trocha que de Garrapatero conduce al cementerio de Carraipía.
Aunque en el desarrollo del operativo no hubo capturas, tanto el Gaula Militar como la Fiscalía continúan con las investigaciones para determinar qué grupo delincuencial cometió el secuestro, y la posible identidad de los captores
Luego de estar bajo protección del Gaula Militar, el joven fue devuelto bajo estrictas medidas de seguridad a sus familiares.
Ángel Ricardo Suárez contó que cuando fue embarcado en la camioneta los delincuentes le pusieron en la cabeza unas bolsas plásticas para que no viera nada; manifestó que los hombres todo el tiempo estaban encapuchados, le daban comida una sola vez al día y lo movían de un lugar a otro para que él no lograra ubicarse.
Cabe indicar que los delincuentes estaban exigiendo a los familiares de Ángel Suárez hasta 200 millones de pesos por su liberación.
Por: Emelda Wberth Deluque
