En medio de la tradición habitual que para miles de personas en Barranquilla representa la lectura matinal de AL DÍA, a Edith Pareja le llamó la atención la noticia de portada que traía la edición de este viernes del periódico, y que se refería al hallazgo de un hombre decapitado en el barrio Bendición de Dios.
Al observar con detenimiento la gráfica cayó en la cuenta de que el cadáver traía la misma ropa con la que había visto la víspera a su sobrino Rodys Alberto Campo Guerrero. Para confirmar el presentimiento de que fuera este, llamó a un tío del mencionado y le mostró el ejemplar del diario. El pariente corroboró la apreciación de Edith, pues precisamente fue él quien le regaló la ropa y los zapatos que tenía el cadáver.
Luego contactaron a Griselda Guerrero Utria, madre de Rodys, quien les manifestó que su hijo no había dormido esa noche en casa. Los parientes se trasladaron entonces a Medicina Legal, y allá, por un tatuaje que Campo Guerrero llevaba en la pierna derecha; que representa una espada y una daga con el nombre de su madre, se atrevieron a afirmar que se trataba de él. Técnicamente Medicina Legal lo confirmó luego con la toma de las huellas necrodactilares.
Rodys Alberto Campo Guerrero tenía 30 años, y residía solo con su señora madre, Griselda Guerrero, en la calle 11 con carrera 35, barrio Rebolo.
La madre declaró que a las 11 de la mañana del jueves dos hombres en una motocicleta llegaron a buscarlo a la casa.
Él le dijo que iba al barrio La Bendición de Dios en búsqueda de un dinero que le adeudaban. Antes de la llegada de los misteriosos sujetos, madre e hijo habían tenido una pequeña discusión. La señora manifestó que Rodys había salido hacía cuatro meses de prisión, y que desde entonces tenía crisis de agresividad, y hablaba incoherencias.
El coronel José Luis Palomino, subcomandante de la Policía Metropolitana, confirmó la identificación del decapitado y ratificó lo dicho por la mamá de que había estado preso.
“Este ciudadano purgó una pena de cuatro años en la Cárcel Modelo por porte ilegal de armas de fuego y había salido libre apenas hace cuatro meses. Tenía características de habitante de la calle, gritaba y promulgaba nombre de delincuentes, al parecer tenía problemas psiquiátricos producto del consumo desmedido de estupefacientes tras su salida de prisión”, precisó el oficial.
El coronel Palomino dijo también que una de las líneas de investigación es tratar de establecer quiénes fueron los dos sujetos que se lo llevaron en la moto. “Sabemos que de Rebolo se trasladaron a Villanueva, y de ahí a la Bendición de Dios”, agregó.
Rodys Alberto Campo Guerrero nació en Barranquilla, deja una hija de 10 años, pero era soltero. Estudió hasta séptimo grado en un colegio de Rebolo, y era el segundo entre cinco hermanos.
La Policía dijo finalmente que no han podido hallar la cabeza de Campo.