¿Qué Pasa?

Jaider no fue a una cita médica por jugar ‘bola e trapo’ y terminó asesinado por una pandilla

El enfrentamiento fue entre los ‘Pepes’ y los ‘Petardos’.

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Es seguro que si al mediodía del miércoles Jaider Eduardo Rojas Arias hubiera cumplido con la ci­ta que tenía programada para ex­traerse una pieza dental, hoy no estaría muerto. Pero a esa misma ho­ra prefirió salir a jugar bola e’ trapo, en medio del aguacero que caía sobre gran parte de Barranquilla, y lo que es peor, decidió presenciar el enfrentamiento entre dos pandillas de su barrio, La Sie­rrita.

La cita odontológica la tenía progra­mada para la 1:00 de la tarde en una IPS que funciona en La Cordialidad. Precisamente la lluvia le impidió salir a cumplirla, por lo que prefirió en­tonces vestirse de bermuda, camisilla, y coger calle.

Ayer en Medicina Legal su tía Betty Arias, se lamentaba de la mala decisión de su sobrino, a quien definió como “un ‘pelao’ hiperactivo, pero buena gente”.

De acuerdo con Betty, el muchacho ju­gó fútbol en la cuadra, luego interrumpió el juego para presenciar el ‘combate’ en­tre los pandilleros. “Todos corrieron pa­ra sus casas a encerrarse, pero él no”, manifestó la mujer.

Las pandillas que chocaban eran los ‘Pepes’ y los ‘Petardos’, se estaban dan­do piedra en la calle 54 con carrera 4.

Jaider Eduardo y otros cinco mucha­chos, entre ellos tres menores, fueron atacados por dos jóvenes que les dis­pararon con ‘changones’ (escopetas de manufactura artesanal de un solo tiro).

Jaider Eduardo Rojas Arias fue im­pactado en la cabeza y el pecho, murió cuando lo trasladaban del Hospital San Ignacio al Hospital Barranquilla, donde lo esperaban para tratar de sacarle los perdigones del cuerpo.

“Estaba validando 11 grado y se iba a graduar a final de año, era soltero y no dejo hijos, tenía su novia, su ‘leíta’, como le decía, una venezolana preciosa que había llegado hace dos meses al barrio”, puntualizó la tía.

CANSADOS DE LAS PANDILLAS

Habitantes de La Sierrita, con la con­dición del anonimato, le manifestaron a AL DÍA que cada aguacero es para ellos un tormento por culpa de las pandillas que se toman las calles para enfrentar­se. Les pidieron a las autoridades que adopten decisiones de fondo para aca­bar con esta problemática.

Sobre los cinco heridos se supo que se recuperan en el Hospital Barranquilla y en el San Ignacio. Ningún caso es de gra­vedad hasta el momento.