Le disparó sin razón aparente y luego le preguntó a la gente quién era su víctima
Al parecer el pistolero sería un vecino de la víctima.
Una camiseta de colores azul, rojo y blanco manchada de sangre, y con un orificio a la altura del pecho que indica la ruta de entrada de una bala; conserva Rosalba Arroyo Villarreal como muestra del atentado del que fue víctima su único hijo varón Jordanys José Lengua Arroyo, y que hoy lo tiene en Uci.
El joven de 22 años salió de su vivienda a las 9 de la noche del pasado domingo 25 de diciembre a departir con amigos en un estadero cercano. Reside en la calle 29 con carrera 30, barrio Rebolo.
La mujer contó entre lágrimas que Jordanys se levantó de la silla, avanzó menos de dos metros, como tratando de seguir a su verdugo, y luego se desplomó. Esto ocurrió a las 12:15 de la madrugada de ayer.
En ese instante los presentes se percataron de que había sido herido. Entre varios lo cargaron hasta las afueras del establecimiento, y en una moto lo trasladaron al Hospital General de Barranquilla.
Allí, al cierre de esta edición, permanecía en delicado estado de salud.
En un estadero situado en la calle 28 con 28, barrio Rebolo, ocurrió el ataque a bala en contra de Jordanys Lengua.
La madre de la víctima dijo que supo que el pistolero vive en el barrio, pero desconoce su identidad. “No entiendo qué habrá pasado con mi hijo. Él es un hombre trabajador, dedicado a la carpintería y el que sostiene esta casa”, agregó la mujer.
A familiares de Jordanys también les contaron que el sujeto después de haber disparado, preguntó a algunos de los presentes, quién era él. Al parecer, no estaba seguro si el ebanista era su objetivo criminal o se equivocó.