De múltiples puñaladas, una de ellas en el cuello, fue asesinado un joven adicto a las sustancias psicotrópicas que no pudo ser encarrilado por la familia, pese a los múltiples esfuerzos que hicieron, principalmente los abuelos a los que llegaba con alguna regularidad.
JOVEN ORIUNDO DE MAICAO
Se trata de Carlos Damián Rodríguez Guerra, un joven de 21 años, quien estaba en la calle, como lo hacía en muchas ocasiones, y ya en la noche, al parecer sostuvo una riña con sujetos que están en la misma condición social y de salud a la que él presentaba y tras las discusiones llegaron las agresiones físicas.
Dicen quienes lograron llegar al cuerpo cuando aún no lo habían hecho los del equipo de criminalística, que tenía varias heridas, las cuales pudieron ser causadas con un pico de botella, a juzgar por las evidencias encontradas en la escena del crimen.
UNA PUÑALADA EN EL CUELLO
El cuerpo del joven presenta lesiones en diferentes partes y una de ellas, la que pudo ser mortal, fue en el cuello. Según los testigos, el caso sucedió en la carrera 10 con la calle 2, barrio Boscán, en un gran lote en el que permanecen de noche y día habitantes de la calle y algunos recicladores.
El crimen pudo ser cometido en las horas de la noche del sábado o la madrugada de ayer, pero el cuerpo solo fue descubierto cuando eran aproximadamente las siete de la mañana del mismo domingo.
ESTUVO EN RECUPERACIÓN EN ‘EL VALLE’
Fernando Rodríguez, abuelo del joven asesinado, informó que el ahora occiso tenía cuatro meses de haber regresado de Valledupar, ciudad en la que estuvo por tres meses internado en un centro de recuperación para la adicción a las drogas.
Añadió el abuelo que estaban preparando el retorno del paciente al centro de recuperación, pero no habían logrado convencerlo y la muerte lo sorprendió sin que hubiera logrado tener plena consciencia de su problema de salud y sin alcanzar la fuerza de voluntad necesaria para salir del ‘hueco’ de las drogas.