Cuando en la labor de reportería se le preguntó a la señora Gloria Rodríguez a qué se dedicaba su hijo, se tomó varios segundos para responder, y dio la impresión de que no iba a responder nunca. Sin embargo, suspiró y contestó quedamente; pero sin tapujos: “Él robaba por la zona, quizá a esa hora estaba buscando dónde meterse…”.
Gloria se refería así a Luis Carlos Restrepo Rodríguez, el penúltimo de sus cinco hijos, asesinado de dos balazos a las 11:50 de la noche de este martes en la calle 98 con carrera 9E, barrio Sourdis, en el suroccidente de la ciudad.
FUMABA MARIHUANA
Cuando lo balearon, Restrepo, de 23 años, estaba sentado en el andén de una residencia situada frente a la suya, reportó ayer la Policía. Murió en el lugar del atentado.
Gloria Rodríguez reconoce también, sin ningún tipo de ambages, que Luis Carlos era consumidor frecuente de alucinógenos.
“Él salió a fumar marihuana como normalmente lo hacía. Él metía su vicio, pero no se metía con nadie, los que sí lo molestaban eran los pandilleros de por aquí”, agrega la mujer.
La víctima residía en un sector que según los vecinos es cercado por tres pandillas juveniles: los denominados 77, los Melena y los Cartucheros.
“Esos pelaos le buscaban pelas constantemente. Se la "montaban" porque (Luis Carlos) tenía problemas para hablar, era como tartamudo, gaguebaba. Muchas veces se les enfrentó con ellos por esa razón, porque le "mamaban mucho gallo", se ponían muy pesados con él”, manifestó Natanel Quintero, pariente del joven asesinado.
Testigos que hablaron con AL DÍA dijeron que dos sujetos que se desplazaban en una motocicleta fueron los que mataron a Restrepo Rodríguez.
La escena del crimen sugiere, con base en los rastros de sangre que hay en el sitio, que a Luis Carlos lo llamaron a mitad de la calle, él se acercó desde el sardinel en que estaba sentado, y entonces le dispararon.
Herido caminó en dirección a su casa, como lo muestra una línea irregular trazada con su propia sangre. Luego se desplomó y allí falleció.
LA MADRE LE PIDIO QUE ENTRARA
Gloria Rodríguez recordó igualmente que aproximadamente una hora antes de que lo mataran, le solicitó a su hijo que se acostara.
“Yo le dije éntrate, y me respondió: “Duérmete tú, yo ahora me brinco la pared”. Como que presentí que algo malo podía pasarle”, manifestó con resignación la señora.
“Esto por acá está caliente, hace poco le mocharon la oreja a un ‘cole’ por robarle el bolso”, agregó la mujer para significar la peligrosidad que se vive en el sector donde reside.
Luis Carlos Restrepo Rodríguez recibió un balazo en la cabeza lado derecho y otro en el parietal del lado izquierdo, de acuerdo con el reporte legal.
Residía en la calle 98 No. 9G-04, barrio Sourdis. Era soltero y no deja hijos. Solo estudió hasta la básica primaria.
Como actividad legal reconocida se dedicaba al reciclaje y a lavar motocicletas, dijeron los familiares.
La Policía por su parte informó que al verificar el número de identificación de la víctima en el Spoa, no le hallaron ningún tipo de anotación judicial.
Hasta este martes los investigadores no tenían pistas sobre identidades y paradero de los asesinos.