Luto por el asesinado de un joven de 16 años en La Ciudadela 20 de Julio
Ofrecen $10 millones de recompensa por los responsables.
Dolor y repudio. La familia de Javier Francisco Palma Bermúdez, de 16 años, aún no cree que el joven ya no esté con ellos.
La noticia de su muerte llegó luego de que en las instalaciones del Hospital General de Barranquilla se registrara su deceso, pues había ingresado al centro médico tras haber recibido tres impactos de bala por arma traumática en medio de un atraco a una miscelánea en La Ciudadela 20 de Julio, sur de Barranquilla.
Según la Policía Metropolitana, los hechos ocurrieron en la carrera 45D con calle 1K, del mencionado sector. Allí, unos sujetos intentaron asaltar un establecimiento comercial, suceso que fue alertado por la comunidad que se percató de lo ocurrido y salieron alarmados.
En ese momento, los antisociales, al sentirse acorralados por la gente del barrio, abrieron fuego contra la comunidad para luego darse a la huida. Tales disparos alcanzaron el cuerpo del joven residente del sector, quien de inmediato fue trasladado al Paso La Arbolaya, para luego ser remitido al mencionado centro asistencial en donde los galenos confirmaron su deceso en la noche del sábado por la gravedad de las lesiones.
El último adiós
En la tarde de este lunes se llevó a cabo el sepelio del menor en las instalaciones del cementerio Jardines de la Eternidad sur, al que llegaron familiares, amigos y conocidos para darle el último adiós a Javier Francisco con pancartas, globos, y camisetas coloridas de equipos de fútbol.
Jeisson Matta, primo de la víctima mortal, dialogó en medio de lágrimas, con esta casa editorial y manifestó que el joven de 16 años “era solo un niño”.
“Mi abuela nos crió a él y a mí. Yo estaba en Medellín y me tocó venirme de rapidez. Él vivió conmigo desde que tenía 3 añitos allá en La Ciudadela. Nosotros dábamos todo por él (...) cursaba 11 de bachillerato, ya se graduaba este año, nos decía que quería estudiar comunicación social o ingeniería, tenía esas dos opciones. Él siempre hacía videos, era muy divertido, por eso es que tenemos tantos recuerdos de él”, dijo Matta.
El familiar del joven aseguró además que “él era un niño noble, entregado al estudio, divertido, inocente y mamador de gallo. Era muy inteligente y le arrebataron la vida. Los sujetos salieron de un lugar que estaban atracando hicieron tiros y lo hirieron. Les pido justicias a las autoridades”. Asimismo, sus compañeros de colegio y amigos de toda la vida hablaron de ‘Kirikú’, como llamaban de cariño a Javier, con quienes jugó y creció desde que era un niño en la casa de su abuela.
“Él era el que nos llamaba siempre para jugar. A pesar de que no era muy bueno en el fútbol siempre se divertía practicándolo. Es algo muy triste lo que pasó” , afirmó un allegado del joven.
Finalmente, la Policía Metropolitana y Alcaldía de Barranquilla ofrecieron una recompensa de hasta $10 millones, a quien brinde información que permita dar con los responsables de este crimen.
