Alrededor de las 400 de la madrugada del domingo, en una invasión localizada en el barrio Las Colinas, de Soledad, dos hermanos identificados como Wilfrido Leonel y Otoniel Benjamín Arias Guzmán, el primero de 42 años, y el segundo de 50, fueron asesinados a bala por un desconocido que se transportaba en un taxi y, de acuerdo con las autoridades, iba junto con otras dos personas.
El hecho ocurrió cuando, según testigos, Wilfrido y Otoniel, quienes trabajaban como celadores informales del sector, en medio de la vigilancia escucharon la detonación de un arma de fuego. De inmediato se trasladaron hasta el lugar de donde provenía el sonido.
Cuando llegaron, las dos víctimas se encontraron de frente con el vehículo, y en ese momento, del automotor descendió un sujeto que accionó un arma de fuego contra uno de los hermanos, quien no pudo hacer nada para esquivar las balas que le fueron disparadas prácticamente de sorpresa.
El familiar del lesionado, al ver la escena en la que su pariente estaba siendo agredido, no dudó en defenderlo. Reunió todo su valor y fuerzas para tratar de ayudarlo, pero no contó con que su ágil movimiento lo convirtiera en el próximo objetivo del criminal.
El pistolero, que tenía la ventaja por el arma y la distancia, pudo girar su cuerpo y encaminarse contra el otro hombre, a quien le disparó en repetidas ocasiones.
La Policía indicó que Wilfrido Leonel y Otoniel Benjamín murieron en el lugar, mientras que los sospechosos huyeron en el taxi con rumbo desconocido.
Sin embargo, los moradores de la invasión le indicaron a este medio que una de las víctimas fue trasladada a un centro asistencial cercano en el afán de salvarle la vida, sin embargo, el esfuerzo fue en vano, pues los médicos informaron que había llegado muerta.