¿Qué Pasa?

Nairen atracó a un taxista, se metió en el mar para escapar y se ahogó

El hecho se registró a las 4:00 a.m, en las playas del balneario de Salgar, en Puerto Colombia.

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Una historia alucinante se desa­rrolló en a eso de las 4:00 a.m. de este lunes, en las playas del balneario de Salgar, en Puerto Colombia; donde un joven identificado co­mo Nairen Peña González se ahogó al tratar de escapar de la Policía que lo perseguía tras atracar a un taxista.

El taxista víctima, Nixon Domínguez, relató que recogió a cinco jóvenes en la Circunvalar, por el barrio La Paz, y acordó llevarlos por $20 mil a Salgar. Los pasajeros eran cuatro hombres y una muchacha.

Al llegar al balneario los pasajeros abrieron las puertas y salieron corrien­do, menos la muchacha y Nairen Peña González, quienes procedieron a atra­carlo. La mujer lo amenazó con un re­vólver calibre 32 corto, y el joven con un afilado cuchillo.

“Me quitaron los papeles del carro y el producido que había hecho en la no­che, como unas ‘90 mil barras’. Traté de tirarles el carro encima, pero los otros amigos amagaron con tirarme piedras y salí de ahí rápidamente”, relató el taxis­ta, Nixon Domínguez.

El profesional del volante llegó hasta un CAI de la Policía y reportó el atraco. Los uniformados fueron a la playa a veri­ficar, y efectivamente encontraron al gru­po que había atracado al taxista.

Los cinco jóvenes, al parecer muy dro­gados y borrachos, salieron a correr y tres se metieron al mar: incluyendo a Nairen Peña y la mujer, quien sería su compañera sentimental.

El otro muchacho que entró al mar les contó a las autoridades que la co­rriente estaba muy fuerte y se empe­zó “a chupar a la ‘pelá’ y a Nairen, pero ella logró regresarse, mientras que el ‘valecita’ no y se ahogó porque no sabía nadar”, explicó el joven, quien no reve­ló su nombre.

Las autoridades se encargaron de realizar el levantamiento del cadáver, mientras que los compañeros de Nai­ren desaparecieron del lugar.

Al cierre de esta edición el cuerpo no había sido reclamado por los fami­liares de la víctima en la sede de Medi­cina Legal, en el barrio Los Andes, en Barranquilla.