Aunque Gilbert Caicedo y Guillermo Jaramillo no aceptaron los cargos por la muerte a piedras y cuchillo del vigilante Rafael Viloria Franco, ocurrida el domingo en Santa Marta, la Fiscalía dijo que “sus actos nunca fueron por error, lo hicieron porque sabían el resultado de los mismos”.
Así lo pudo establecer AL DÍA tras conocer detalles de la audiencia de legalización de capturas, imputación de cargos y solicitud de medida de aseguramiento, realizada el lunes por la tarde.
En desarrollo de la vista fue proyectado dos veces el video del crimen que fue viral en las redes sociales y que permitió identificar las características morfológicas de los autores del sangriento episodio.
Este video fue divulgado en la audiencia como elemento material probatorio y sometido a cadena de custodia.
La Fiscalía calificó la actuación de los procesados como “una actitud salvaje, un hecho de barbarie”.
En este sentido y tipificando el delito como homicidio agravado, los sindicados se exponen a una pena de 25 y 40 años de cárcel. Según el ente acusador “actuaron con sevicia y se colocó a la víctima en estado de indefensión”.
EN CENTRO DE REPOSO
La defensa de los victimarios argumentaron que tanto Gilbert como Guillermo, “actuaron de manera ilógica porque estaban en estado de alicoramiento y sustancias psicotrópicas”.
Pidieron que para salvar la vida de Guillermo había que darle medida de aseguramiento en un centro de reposo. “Es un muchacho con problemas sicológicos debido a que por su estancia en el Ejército ha sufrido un cuadro psiquiátrico severo”, afirmó uno de los abogados.
Y recalcó: “es una persona habitual en drogas psicoactivas por ello dicha reclusión debe ser un centro de salud mental”.
Igualmente piden que a Gilbert se le debe buscar un sitio adecuado para gente con drogadicción o la cárcel de Barranquilla.
OTROS DETALLES
De acuerdo con lo señalado en la audiencia, a Gilbert Caicedo lo capturaron a las 11:00 a. m. del domingo a tres cuadras del sitio del crimen y a Guillermo Jaramillo, a las 12:20 p. m. del mismo día, en la Clínica del Prado, a donde había llegado con una herida a cuchillo en el intercostal derecho. A las 4:00, p. m. le dieron de alta y fue trasladado a la URI. Afirmó que la lesión se la produjo “un conocido”.
El vigilante víctima del atroz suceso, Rafael Viloria, presentaba cuatro 4 heridas en la cabeza producidas con arma contundente (piedras y ladrillos); otra de tejido blando (hematomas) y dos heridas con arma cortopunzante, en el abdomen.
La Fiscalía señaló que aunque fue trasladado del lugar de los hechos (Urbanización El Parque) a la Clínica Los Nogales, no llegó con vida.
Información de: Agustín Iguarán y Jesús M. Solano Rubio.