Una muerte terrible le correspondió a Rodolfo Alcázar Ortega, un cotero de 33 años, que desde octubre del año pasado lo había dejado todo para entregarse a las drogas y la vida en la calle.
Ortega, natural deVillanueva (Bolívar), fue rociado con gasolina y quemado vivo mientras dormía. El criminal episodio ocurrió el pasado 29 de diciembre en inmediaciones de la sede de la Cervecería Águila, por el mercado de Barranquillita.
Desde esa fecha fatídica permanecía internado en la Clínica de la Costa, donde finalmente falleció a las 5:00 de la mañana del pasado lunes 10 de abril, producto de un paro cardiorrespiratorio.
Rafael Alcázar, tío de la víctima, relató que su sobrino nunca les quiso contar quién o quiénes lo habían agredido, a pesar de que él sabía. “Nos decía que tan pronto se parara de la cama nos iba a contar todo, pero eso nunca sucedió”, afirmó Rafael apesadumbrado. En febrero pasado a Rodolfo le practicaron una complicada intervención quirúrgica para extraerle el bazo, porque, en palabras de su tío, “tenía ese órgano chamuscado”.
Tío de la víctima | ALDÍA
Después de la operación Rodolfo pareció mejorar y el estómago se le desinflamó, sin embargo, a los pocos días empezaron las complicaciones: los pulmones se le llenaron de agua y nunca se pudo sanar de las quemaduras de tercer grado que había sufrido en el torso, las piernas y parte de la cara. Deja dos niños que tuvo antes de irse a vivir a la calle.