Rodrigo habría sido golpeado y obligado a tomar ácido de batería
El hombre duró un mes hospitalizado.
A las 10:00 de la mañana del pasado 15 de mayo, Marta Rodríguez Buelvas, recibió una llamada a su celular donde le informaron que su sobrino Rodrigo Rafael Rodríguez Montero, se encontraba en la sala de urgencias de la clínica Blas de Lezo, en Cartagena,porque supuestamente había ingerido ácido de batería.
Rodríguez Buelvas manifestó que cuando ella llegó al centro asistencial,se encontró con los suegros del hoy occiso y les preguntó que quién había llevado a Rodrigo hasta la clínica, a lo que le respondieron que había sido un amigo de él pero que se había ido porque tenía que trabajar y le comentaron que había ingerido el mortal líquido.
“Cuando llegué a la clínica, lo encontré vomitando sangre bastante y me decía que “tía, a mí nadie me quiere, nadie me quiere”, pero yo no sabía por qué se expresaba así, pero igualmente yo le comentaba que sí lo queríamos, que por eso estábamos en ese lugar acompañándolo”, expresó la tía.
La familiar continuó diciendo que cuando ya le habían dado algunos medicamentos que le calmaron el dolor de estómago, él le comentó qué fue lo que pasó el día que lo encontraron en su casa todo golpeado.
“Él me dijo que, después de salir de la casa de la mamá en Vista Hermosa donde estaba celebrando en la madrugada el Día de la Madre, se despidió y se fue a su casa, la cual queda a pocos metros, pero que cuando iba entrando lo cogieron varios desconocidos y después de golpearlo, contó en su momento el fallecido, que lo obligaron a tomarse una bebida que le “quemaba por dentro en el estómago”. Posteriormente le pegaron un fuerte golpe en la nuca quelo dejó inconsciente y sin poder recordar algo más.
Tras casi un mes de estar hospitalizado, los médicos decidieron que debía ser remitido a la Fundación psiquiátrica Juan Carlos Marrugo, ubicada en el barrio Crespo, porque habían determinado que el hecho de haberse tomado el ácido de batería, era porque tenía problemas psiquiátricos, pues según la versión entregada en un principio por algunos familiares de Rodrigo, era que él mismo había decidido suicidarse al ingerir ese líquido.
“Nosotros le preguntamos a la médico que si ella estaba en condiciones de recibirlo, porque él estaba hospitalizado por intoxicación y no por problemas mentales, pero ella nos dijo que si no estaba conforme que me lo llevara a mi casa, pero en vista de que la doctora había dicho que estaba preparada para atenderlo lo dejamos”, expresó Wilma Rodríguez, quien es tía y madre de crianza de la víctima.
Según los familiares, Rodrigo permaneció en la fundación cinco días internado, pero al complicarse de salud fue remitido nuevamente a la clínica Madre Bernarda, donde finalmente falleció a causa de las heridas.
Igualmente, los familiares denunciaron que al día siguiente de ocurrido el hecho, se le llevaron las pertenencias de la casa, incluso se le llevaron las láminas de eternit. El fallecido deja dos hijos y era técnico en redes.