Una represalia ligada con problemas entre familias es una de las líneas investigativas de las autoridades en torno al asesinato de un hombre de 49 años, ocurrido en la carrera 15A1 con calle 84, del barrio La Manga, suroccidente de Barranquilla.
En la mañana de este jueves, hasta la entrada de Medicina Legal llegaron los familiares de la víctima mortal de este hecho, quien responde al nombre de Rubén Hernández Mendoza, y en diálogo con AL DÍA señalaron que todo parece apuntar a posibles venganzas por crímenes puntuales.
“Él estaba con nosotros, estábamos en el parque. En eso llegaron dos sujetos, uno se bajó de la moto y lo abordaron a él. Primero le dieron un tiro en la espalda y él se armó con una silla, pero después salió corriendo, no avanzó mucho y se cayó, y fue cuando el tipo se voló la cerca del parque y le disparó en la cabeza”, señaló una pariente del hoy occiso.
Contó además que el hecho ocurrió a eso de las 6:20 de la tarde: “Él residía al frente del parque hace dos años. Nosotros llegamos de la misa de la hija que tenía un mes de fallecida. Nos quedamos ahí porque le iban hacer un culto en su casa”.
La familiar hacía referencia a Loraines Paola Hernández García, la mujer que fue asesinada en medio de una riña en la madrugada del pasado 16 de enero de 2022, cuando regresaba a su casa a bordo de una motocicleta, que era conducida por su papá (Rubén Hernández). En ese momento, la joven regresaba del sepelio de su expareja Alfredo Pacheco Mullet, de 25 años, quien la noche del viernes 15 de enero había sido acribillado en el barrio La Manga.
Sobre lo ocurrido ese día, la pariente sostuvo: “Él era testigo de lo que le pasó a su hija porque estuvo en medio de la riña. Nos había dicho que estaba en esas diligencias con la Fiscalía, que sí estaba vinculado al proceso de ella”.
A su vez, la mujer afirmó que “él decía que iba a luchar por sus nietos (hijos de Loraines). Pensó que a pesar de que fue pasando el tiempo no le iba a ocurrir nada, y mire lo que le pasó. Era muy amable y se dedicaba al mototaxismo”.
Frente al homicidio de Rubén Hernández Mendoza, la allegada apuntó que los tipos estaban en una moto negra, vestidos del mismo color, que “el conductor era gordo y el parrillero delgado”.
“Pido seguridad para nosotros, tenemos miedo porque no sabemos si vengan a tomar represalias, hay que pedirle a Dios que nos dé fuerza y salud”, finalizó la mujer.
Era el único testigo
Rubén Hernández vio cómo era asesinada su hija Loraines. Así se conoció luego de que por ese crimen las autoridades capturaran y enviaran a la cárcel a Jorge Eliécer Pasos Ortiz, alias Hormiga.
El progenitor de Hernández García era el único testigo del asesinato, pues la mujer se movilizaba con él en su moto cuando a la altura de la calle 70C con carrera 9L, del barrio Lipaya, fueron detenidos por un vehículo similar del que se bajó otra mujer.
En ese momento se originó una pelea, en la que Rubén quedó malherido.
Tras ese episodio, un hombre, del que se presume era alias la Hormiga, sacó un arma de fuego y le disparó en varias ocasiones a la mujer, quien murió por las heridas.
En aquel momento se supo que la joven recibió una advertencia de su familia debido a supuestas malas relaciones con los seres queridos de Alfredo Pacheco Mullet, quien era su expareja y quien fue asesinado un día antes de su crimen.
“Ellos la mandaron a matar en represalia, quien la atacó es ‘la China’. Yo le dije que no saliera porque la cosa estaba caliente”, detalló una familiar de Loraines.
Pese a lo anterior, serán las autoridades quienes establezcan si este hecho de sangre corresponde a una ‘vendetta’ por los asesinatos ya mencionados.