Las víctimas fueron dos hombres de 18 y 20 años, respectivamente, quienes se encontraban departiendo en un estadero este martes a las 8:00 de la noche, cuando luego de estar conversando por largo tiempo con su presunto agresor este desenfundó un arma de fuego y los mató.
Estos hombres fueron identificados por las autoridades como Jorge Eliécer Gutiérrez, de 18 años, y Óscar Eduardo Viloria Ríos, de 20, de acuerdo a lo indicado por los familiares de las víctimas, ya que al momento del crimen no portaban documentos.
Los dos jóvenes se encontraban departiendo en el estanco de razón social ‘Escobar, mi hermano y yo’, sobre la carrera 10 con calle 26 esquina, en Becerril, donde la escena del crimen quedó pringada con la sangre de los fallecidos.
Según testigos, el presunto agresor habría llegado en una motocicleta, se dirigió directamente hasta la mesa en la que estaban Óscar Eduardo y Jorge Eliécer departiendo desde tempranas horas, luego de ganarse la confianza de ellos les disparó. Posteriormente se subió nuevamente en la motocicleta y huyó del lugar. Hasta ahora las autoridades desconocen su paradero.
Luego de conocerse el hecho, los familiares de los dos hombres llegaron hasta el sitio y se lamentaban sobre lo ocurrido. Asimismo, manifestaron que Gutiérrez, estaba desempleado mientras que Viloria Ríos laboraba en construcción.
Por su parte, la Policía en el Cesar realizó un ‘plan candado’para lograr ubicar al homicida tanto en el caso urbano de Becerril, como en veredas y demás zonas rurales.
El subcomandante de la Policía en este departamento, coronel Mauricio Bonilla, indicó que “se adelanta una investigación a través de las cámaras de seguridad del municipio. En este material se encontró información útil que permitirá dar con el responsable del hecho”.
Además manifestó que “estas personas no tienen antecedentes en el sistema. Algunas versiones de testigos indican que podría tratarse de un ajustes de cuentas, sin embargo esto está siendo investigado para aclarar este caso”.
A Óscar Eduardo y a Jorge Eliécer los unía una amistad. Ambos residían en el barrio Once de Abril de dicha población. Los cuerpos fueron trasladados hasta Medicina Legal por miembros de criminalística de la Sijín de la Policía.