Un grupo de adolescentes, estudiantes de octavo grado de un colegio público de Santa Marta, fueron llevados a la urgencia de la policlínica La Castellana, en el barrio Pescaíto, norte de la ciudad, al presentar efectos secundarios (ansiedad y alucinaciones) al consumir una droga de uso restringido y cuya venta se hace bajo prescripción médica.
Los menores, siete en total, (cinco mujeres y dos hombres), entre los 13 y 17 años, consumieron Rivotril y Clonazepam, medicamentos, que según el secretario de Salud del Distrito, Julio Salas, tienen un carácter inhibitorio del sistema nervioso central.
“Se utilizan para trastornos del comportamiento, como ansiedad e hiperactividad; se usan para los obsesivos compulsivos, pero también tienen un amplio número de indicaciones como dolores crónicos o convulsiones”, explicó.
Agregó que “obviamente, tienen un efecto sedante y de acuerdo con la cantidad de ingesta hace las veces de alucinógeno”. El funcionario señaló que una vez conocido el caso se activó un grupo de la Secretaria de Salud Mental y del equipo de sustancias tóxicas, al igual que la Sipol.
Aunque no se ha conocido con certeza de donde los menores adquirieron la droga, las primeras indagaciones indican que habría sido llevada por uno de los estudiantes quien los distribuyó entre sus amigos.
Las autoridades de Salud y Educación hicieron un llamado de atención a los padres de familia para que supervisen las actividades de sus hijos y mantengan un diálogo abierto con ellos para tratar temas sobre el consumo de drogas.
Asimismo, realizarán en esta semana reuniones con los rectores de los distintos planteles de educación pública de Santa Marta para desarrollar acciones para la prevención de este flagelo.