“Te voy a dar por donde más te duela”… ¡Y le mató al hijo!

¡Justicia!, esto es lo que los habitantes de Puebloviejo piden a gritos ante el crimen de un niño de 2 años a manos del ex compañero sentimental de su madre, hecho ocurrido la noche del domingo en el corregimiento de Palmira, en los límites con Tasajera (Magdalena).

En esta población, donde la pobreza campea y los niños están vulnerables a todo, la conmoción es total. Aquí los habitantes afirman que este ha sido, quizás “el hecho criminal más dantesco y cruel de la historia del territorio”, cometido contra alguien que apenas empieza la vida.

El protagonista del horrendo crimen fue Luis David Sánchez, de 24 años, obrero en una bloquera y residente en Tasajera, quien durante ocho días convivió con Eva Sandrith Retamozo Manjarrés, la mujer que hoy exige que todo el peso de la ley caiga contra el hombre que “me arrancó medio corazón”.

“Ahora no vayan a salir con que actuó así porque tienen problemas mentales o que no es un peligro para la sociedad y entonces hay que darle casa por cárcel”, dijo el concejal José María García, testigo del triste suceso.

Todo apunta a que el rompimiento de la relación amorosa con Eva lo habría llevado a arremeter contra el niño, nacido en la primera relación de su expareja con Rubén Darío Hernández.

Los hechos

Llorando y con pausas para tomar aire y no ahogarse ante el dolor, Eva le narró a AL DÍA cómo ocurrieron los hechos.

Dijo que eran como las 7:00 pm, del domingo. Ella se bañó y también hizo lo mismo a su hijo. Acto seguido se fue para donde una tía política de Luis David Sánchez (el homicida) en donde ésta le prestó un 'mocho'.

Al instante apareció quien se convertiría en su verdugo. “Él llega y empieza a insultarme. Tú que haces aquí”, le preguntó en medio de palabras ofensivas. Ella no le respondió y entonces él le arrojó a los pies un foco que tenía en la mano.

“Cálmate David”, le dije. “No... tú eres una maldita.....”, además de otros improperios impublicables.

“Luego agarró un cuchillo con el cual me puyaba en el pecho, mientras yo aferraba al niño a mi cuerpo”, relató. “Mírame y no me toques”, le decía Luis David amenazante.

“Comenzó a darme con el cuchillo en el cuello, pero yo aguantaba el dolor. También me dio en la cara y en un ojo”. Y prosiguió: “Me agarró del cabello y me golpeaba la cabeza contra un tanque. Después con el cuchillo me trasquiló”.

“Me tienes aburrido con ese pelo”, le decía sin detenerse en la golpiza.

Asegura Eva que cuando le manifestó “te voy a dar por donde más te duele”, entendió que su pequeño Javier de Jesús corría peligro. “Con mi hijo no te metas”, le espetó.

Pero el energúmeno no hizo caso. “Me lo quitó y se lo llevó hacia la carretera, no sin antes dejándome desnuda, pues me rompió la ropa que llevaba puesta”, explicó. Agregó que, en toalla lo persiguió… “pero él era más veloz”.

Tras desplazarse unos 200 metros con el pequeño en los brazos, se ensañó con su cuerpo en el sitio conocido como ‘El Túnel’. Fue allí en donde le propinó las puñaladas mortales.

Ante los gritos desesperados de la mujer, que lloraba desconsolada a un costado de la vía, la gente corrió para quitarle el niño. Fue Adolfo Márquez Ferreira, un joven que venía en un motocarro desde Tasajera, el primero en enfrentarlo.

Al pie del túnel, fue cuando al homicida le arrebataron al niño de sus brazos y mientras a este último lo conducían al hospital de Puebloviejo, el victimario era golpeado por las personas que lo habían perseguido. La oportuna presencia de la Policía evitó que lo lincharan.

“Que me lo pongan de frente”

Procedente del barrio Villa Bertha, de Malambo, en el Atlántico, Rubén Darío Hernández, el padre de Javier de Jesús, se presentó a la morgue del hospital San Cristóbal para saber cómo y por qué mataron a su hijo. Llegó en compañía de su hermana Estefany y de su cuñado Gustavo Villa.

Arribó a las 2 de la madrugan del lunes, pese a haber sido informado del fatal suceso a las 8:00 pm del domingo. “No había servicio de transporte que nos movilizara puesto que era muy tarde y habían llegado noticias a las empresas que un bus había sido apedreado en Tasajera”, comentó el cuñado.

Callado y cabizbajo, ensimismado en sus pensamientos, Rubén Darío se pasó gran parte de la mañana en la morgue esperando el cuerpo de su pequeño. Solo habló para decir, con ira y encono: “Solo quiero que me lo suelten para tenerlo de frente”. Poco después anotó con disgusto y pesadumbre: “Ella (Eva) quedó a llevármelo ayer (el domingo) a Malambo”.

Javier de Jesús es el último de sus hijos, de tres que tuvo durante la relación con Eva Sandrith Retamozo.

“Ven, dame a mí”

Adolfo Márquez Ferreira se movilizaba en un motocarro desde Tasajera a Ciénaga, cuando observó a una mujer tirada en la carretera llorando y pidiendo ayuda. También vio a un hombre que corría con un niño en los brazos.

“Pensé que se lo estaba robando y lo perseguí”, comentó. Sin embargo sostiene que cuando lo alcanzó se sorprendió al ver que mientras con un brazo sostenía al niño, con la mano del otro le asestaba puñaladas.

“Lo enfrenté y le dije ¡ven dame a mí y no a él!, pero sin soltar al pequeño me incrustó el cuchillo en el hombro. Yo le pegué con un garrote y allí fue cuando lo soltó. Estaba manando mucha sangre y me llevaron al hospital”, relató.

El concejal de Puebloviejo, José María García, fue otro de los testigos del crimen. Afirma que no sabe cómo explicar lo que vio y anota que lo ocurrido “no solo enluta a Puebloviejo y el Magdalena, también al país”.

“Desde la noche del domingo no se podido dormir porque se me viene a la mente el llanto del niño y la pelea que tuvimos con este monstruo”, anotó.

Dijo que “la vulneración de los derechos de los niños es bastante preocupante en Puebloviejo, en donde además, la desnutrición tiene un alto índice”.