Ante el juez séptimo de control de garantías, Camilo Pardo, la delegada de la Fiscalía 35 Cavif, Sandra Hernández, imputó cargos contra Jessika Valbuena Zúñiga por los delitos de homicidio agravado en grado de tentativa en concurso heterogéneo y sucesivo con violencia intrafamiliar agravada.
Valbuena Zúñiga fue presentada ayer en audiencias en la sala 12 del Centro de Servicios Judiciales luego de que fuera capturada a la 1:50 p.m. del lunes pasado por efectivos de la Sijín de la Policía Metropolitana de Barranquilla tras, supuestamente, prenderle fuego, en medio de una discusión, a su esposo, Jairo González, de 65 años.
“Soy inocente, yo no lo quemé”, expresó Valbuena tras culminar la audiencia.
Las primeras versiones entregadas por las autoridades indicaron que el pasado 20 de mayo la mujer llegó a su casa situada en la calle 3 No. 51B-185, barrio Villa Campestre y habría rociado con Menticol a su pareja y después lanzado un fósforo encendido, provocándole quemaduras de segundo grado en el 40% del cuerpo. En medio de gritos, la víctima fue auxiliada por su hijo, mientras que la mujer se dio a la huida.
Sin embargo, un nuevo testimonio entrega una perspectiva distinta a la reportada inicialmente.
“Ella es inocente”
“Ambos son culpables de lo que pasó”. Jenireth Valbuena Zúñiga asegura que un profundo dolor por una gran pérdida sumado a un crudo descubrimiento desbordó a su hermana Jessika el pasado 20 de mayo cuando se enlazó en una pelea con Jairo González, quien ha sido su pareja sentimental en los últimos 16 años.
El motivo, según cuenta la mujer, fue hallar pruebas de una nueva infidelidad, lo cual según ella, ha sido una constante a los largo de la convivencia de la pareja.
“Mi hermana le dijo que quería que él pasara con ella porque ese día mi mamá habría cumplido 60 años, ella va a tener dos años de muerta el 1 de junio, entonces ella se sentía triste”.
Justamente ese mismo día descubrió que él “andaba con dos mujeres” y quiso enfrentarlo, relata Jenireth.
“Ella se vino en un carro para mi casa y acá mi esposo y yo la tranquilizamos. Luego ella se regresó a la casa de ellos y allá lo encontró (a Jairo) con uno de los hijos de él que se llama Diego”.
La hermana de Jessika cuenta que la mujer le pidió al hijo de Jairo que se llevara a su papá de la casa porque ella estaba muy molesta y “no quería verlo ahí”.
El joven le hizo caso omiso y manifestó que “no se iba a ganar un problema por problemas de marido y mujer”, contó Jenireth, basado en lo que le contó su hermana.
La pareja subió a su habitación, ubicada en el segundo piso de la vivienda y allí dentro sostuvieron una fuerte discusión.
“Él la tenía agarrada por los brazos forcejeando y ella le cayó encima. Ella me contó que al caerle encima, él empezó como a sofocarse y es entonces cuando ella le echa el Menticol, porque como el sufre de la presión, eso lo alivia”. Y agregó: “Mi hermana al verlo así pensó que ya la pelea había acabado, pero él seguía forcejeando, entonces ella dijo que ya se iba a acabar la vaina y sacó un fósforo para prenderle la ropa. Ella me dijo que tiró un fósforo hacia el closet, pero él se metió como para evitar que se quemara la ropa, y cómo estaba lleno de Menticol se prendió”.
Jenireth sostuvo que la razón por la cual su hermana tenía fósforos dentro de la habitación es porque “prende velitas de esencias cuando practica yoga”.
Al ver la perturbadora escena, Jessika empezó a gritar para pedir ayuda a Diego, el hijo de su marido, y una prima de ella que es enfermera.
“En lo que ellos llegaban al cuarto ella resolvió coger una sabana para sofocarle las llamas a mi cuñado mientras él gritaba y le pedía a Dios que lo perdonara”, indicó la mujer.
Diego, al ver lo que sucedió con su padre, dijo que llamaría a la Policía, pero según Jenireth, el mismo Jorge le dijo que no lo hiciera porque eso era “un problema familiar”.
Desde ese mismo día Jairo González permanece recluido en la clínica Porto Azul y su estado ha evolucionado satisfactoriamente.
“Él se comunica con mi sobrina y le dice que está bien que pronto va a regresar a casa. Lo último que nos dijeron que está bastante mejor y que el jueves posiblemente salga”, dijo la hermana de Jessika.
No obstante, la familia del hombre cree, según Jenireth que lo ocurrido fue intencional y por esta razón denunciaron a Jessika.
“No creo que ella lo hubiera quemado con intención porque si hubiera sido así ella no le hubiera apagado las llamas”, precisó.
AL DÍA se comunicó con la Clínica Porto Azul para conocer el estado de Jairo González, pero dijeron que no podían dar información alguna. Los familiares del herido tampoco quisieron entregar declaraciones.
Hoy continúa la audiencia en el Centro de Servicios desde las 2:30 de la tarde.