Mantenimiento preventivo, una práctica sana para prevenir antes que lamentar
Detener el deterioro de las instalaciones en los sectores empresariales puede representar un importante ahorro para las compañías, de acuerdo con Eulen, compañía de prestación de servicios.
Acciones recomendadas incluyen programas de inspección regular, actualización de equipos, capacitación del personal y uso de tecnologías avanzadas.
La planificación para emergencias, con simulacros regulares, se posiciona como medida crucial para garantizar una respuesta eficaz en situaciones de carácter crítico.
Si tienes algo más de tiempo:
Garantizar la eficiencia operativa de una compañía no solo implica gestionar procesos y recursos, sino también reconocer la importancia del mantenimiento preventivo en sus instalaciones.
Más allá de representar un ahorro en costos, esta práctica se erige como una salvaguarda contra potenciales riesgos para los usuarios y la infraestructura, derivados del envejecimiento natural y el constante uso.
La carencia de un programa de mantenimiento adecuado puede desencadenar una serie de consecuencias adversas para los edificios y sus ocupantes.
Desde un desgaste acelerado hasta un aumento significativo en los costos operativos, pasando por riesgos para la seguridad y potenciales daños a la imagen corporativa, las implicaciones son variadas y potencialmente costosas.
En ese sentido, para Carlos Quintero, gerente general de Eulen Colombia, una compañía dedicada a la prestación de servicios de limpieza para empresas, “el mantenimiento tiene que ver mucho con el facility management, que está centrado en coordinar activos y servicios, es esencial para todas las organizaciones, ya sean públicas o privadas, evitar fallas y minimizar tiempos de inactividad no planificados”.
Recomendaciones prácticas
De acuerdo con un estudio de la compañía, entre prácticas a tener en cuenta se destacan:
Programas de inspección regular: Realizar inspecciones periódicas para identificar y abordar problemas potenciales antes de que se conviertan en emergencias.
Actualización de equipos: Mantener equipos y sistemas actualizados garantiza un rendimiento eficiente y reduce el riesgo de fallos inesperados.
Capacitación del personal: Contar con un personal debidamente capacitado contribuye a la detección temprana de problemas y a la ejecución eficiente de las tareas de mantenimiento.
Uso de tecnología avanzada: incorporar tecnologías avanzadas, como sensores y sistemas de monitoreo remoto, para optimizar la eficiencia del mantenimiento.
Planificación para emergencias: tener un plan de respuesta a emergencias y realizar simulacros regularmente.