Néstor Javier Guavita Moreno, funcionario de la Alcaldía de Barranquilla, fue hallado muerto en Villa Campestre, con signos de violencia y mensajes desconcertantes.
El hombre de 48 años había salido el sábado para cerrar un negocio de venta de vehículo, pero nunca regresó a casa.
La presencia de mensajes sugiriendo posibles motivaciones relacionadas con su trabajo ha intensificado la investigación policial.
Si tienes algo más de tiempo:
En medio de su proceso de recuperación tras resultar herido en el tiroteo que tuvo lugar en Villa Campestre durante la tarde de este lunes 19 de febrero, Pedro Rafael Castro Serje fue puesto en custodia de las autoridades por una orden de captura vigente en su contra por el delito de homicidio agravado.
Este joven, de 24 años de edad, fue atacado a tiros mientras estaba en compañía de Brandon Forero Sampayo, de 31 años, quien resultó muerto.
Sobre este hecho criminal, la Policía mantiene la hipótesis de que los dos sujetos, al parecer, habían citado a alguien en ese sitio para hacer un negocio con un automóvil usado, pero, en el fondo, lo que pretendían era apoderarse del automotor.
El caso
El funcionario de la Alcaldía, Néstor Javier Guavita Moreno, fue encontrado muerto en la mañana del domingo 8 de octubre en el sector de Villa Campestre, Puerto Colombia.
Guavita Moreno, de 48 años y oriundo de La Dorada, Caldas, salió de su residencia el sábado 7, supuestamente para finalizar un negocio de venta de vehículo, pero nunca regresó, según indicaron allegados.
Fue en la mañana del domingo cuando vecinos del conjunto Torres de Villa Campestre alertaron sobre la presencia de un bulto que resultó ser el cuerpo de Guavita Moreno, envuelto en sábanas y atado de pies, con signos de violencia.
La escena del crimen reveló un macabro mensaje pegado al cuerpo de la víctima, sugiriendo posibles motivaciones relacionadas con su trabajo en la Alcaldía de Barranquilla.
El crimen habría sido perpetrado por el propio Castro Seje, quien fue herido a bala, casualmente, en el mismo sector enmontado donde apareció el cuerpo sin vida.
Todo esto derivó del cotejo de las huellas dactilares del investigado con la base de datos de la Registraduría, lo que arrojó su verdadera identidad –usaba una cédula falsa a nombre de un tercero- y la orden de captura en su contra por los delitos de homicidio agravado, porte ilegal de armas de fuego y hurto calificado agravado.