Una pequeña de tres años pregunta todas las noches por el paradero de su hermana menor y, en medio del llanto y el dolor, su madre le responde con una voz entrecortada “ella está en el cielo jugando con otros niños”.
Tristeza y dolor se siente en la vivienda de Karelis Araujo Sulbaran, madre de la menor de un año que resultó ahogada tras caer en un balde con agua el pasado 8 de abril en el barrio Terranova, del municipio de Soledad.
En conversación con AL DÍA, la progenitora narró los momentos de angustia que vivió con su pequeña: “Tenía que cocinar y hacer aseo. Tenía música puesta. Estaba concentrada haciendo los oficios, jamás pensé que algo así fuera a pasar”.
Según narró la mujer, en la sala se encontraba un balde de color amarillo con agua y un trapero dentro y a las niñas las había dejado jugando mientras ella continuaba con los quehaceres de la casa.
Al cabo de un rato la niña mayor, de 3 años de edad, le dijo “mami mira a la bebé”: “Ella toda inocente pensaba que la pequeña estaba haciendo otra cosa, a lo que yo volteo la niña estaba de cabeza en el pote y no se movía”, expresó Araujo.
En ese momento, según la narración de la progenitora, corrió para sacarla del balde: “Yo pegaba gritos, brincaba, mi pareja se levantó de la cama, la cargó y la colocó en el piso para darle los primeros auxilios”.
Una vecina en vista de los gritos de la mujer salió corriendo a buscar un motocarro, para así llevarla a un centro asistencial.
Fue así como la menor de un año fue llevada a la Clínica Agrupasalud, donde los galenos intentaron reanimarla, pero desafortunadamente ya era muy tarde. “Yo mientras la atendían le pedía a Dios que me la salvara, pero llegamos muy tarde”, finalizó en medio de su dolor.
El balde donde se ahogó la bebé lo arrojaron a la basura, pues indicó que cada vez que lo veía le traía el recuerdo de ese amargo momento.
Karelis tenía un mes de haber llegado a la ciudad de Barranquilla junto a sus niñas. Se encuentra a la espera de poder conseguir ayuda para poder darle cristiana sepultura a su hija.