La adrenalina es naciente sobre los 14 años de edad. El descubrimiento con el mundo desconocido deriva en la búsqueda de experiencias que posteriormente condicionarán la vida misma, con sus subidas y bajadas.
Sin embargo, las malas decisiones pueden ser la antesala de sentencias definitivas. Así tuvo que vivirlo en carne propia Dylan Panuncio, un joven argentino que fue abatido por un oficial de policía en las últimas horas.
Todo tuvo lugar en cuestión de segundos. El joven Dylan, de apenas 14 años, estaba acompañado por un compinche cuando notaron que el uniformado parqueaba su motocicleta en la carretera.
La parada, rutinaria en el día a día del uniformado, se vio interrumpida cuando los dos jóvenes decidieron abordarlo con prontitud para quitarle las pertenencias y el dinero en efectivo. Para eso sacaron un arma.
Sintiéndose intimidadores, ninguno de los jóvenes previno que el uniformado también estaba armado y no tardó en exponer su arsenal de dotación para defenderse. Entonces llegaron los disparos.
En la escena del crimen se evidenciaban varios casquillos de arma, prueba de que el intercambio fue intenso y numeroso.
Además, sobre la carretera quedaron dos huellas de sangre que dan cuenta de que en un punto hubo dos hombres en el suelo con heridas de bala.
Dylan falleció como consecuencia de los proyectiles accionados por el oficial. Sin embargo, el propio policía también fue gravemente herido, pues en el intercambio recibió un impacto de bala que penetró en su pecho.