Las diez razones detrás de la salida de Arturo Reyes
El equipo solo ganó un partido de once disputados bajo el mando técnico del samario. Tiene un rendimiento del 18.18% en esta segunda etapa en el club.
La situación se hizo insostenible. Solo un triunfo en 11 partidos dirigidos, eliminación de la Copa Sudamericana (con todas las consecuencias financieras que ello conlleva) y último lugar en la tabla de posiciones de la Liga.
Por eso y otras razones, el equipo de comunicaciones de Junior confirmó en la mañana de este martes 14 de marzo que el entrenador samario fue despojado del cargo como DT del club barranquillero.
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¿Pero qué hay detrás de esos malos resultados? ¿Qué derivó una campaña tan modesta de Reyes, a quien le había ido relativamente bien en su primer ciclo con los ‘Tiburones’ (2021 II), cuando reemplazó a Luis Amaranto Perea (después fue sacado injustamente cuando se disponía a armar al equipo para la siguiente campaña)?
Aquí están 10 razones:
1. El bajo rendimiento de la mayoría de los jugadores, los nuevos y los que ya estaban. Solo Juan Fernando Quintero ha mostrado un compromiso y un nivel de juego acorde con la exigencia del club. Hay unos que son intermitentes y otros que se mantienen completamente apagados. No existe regularidad en sus rendimientos.
2. Se dijo, se advirtió y se alertó que hacía falta otra alternativa para el ataque (que no es Andrey Estupiñán), que el equipo no podía depender solamente de Carlos Bacca y Brayan León. El porteño está lejos de su mejor versión y al bolivarense le ha costado acomodarse y romperla en sus primeras oportunidades en Junior.
3. La directiva falló en no traerle a Arturo Reyes otro atacante y en demorar la contratación de un zaguero de experiencia y carácter, como lo era el cartagenero Rafael Pérez, quien no pasó los exámenes médicos del doctor Javier Fernández, aunque viene jugando sin problemas en Argentina con San Lorenzo, lo mismo que Marlon Torres en Santa Fe.
4. Para colmo de males, el defensa central que le trajeron los dirigentes a Reyes, el uruguayo Federico Andueza, de buen juego aéreo, se lesionó en el segundo partido que disputó. Y Dany Rosero, el zaguero con el desempeño más aceptable en el último tiempo en el equipo, fue transferido a Sporting Kansas City, de la MLS. Hay fallas en esa zona.
5. Reyes no pudo imponer su idea de juego y lograr progresos en el funcionamiento colectivo a medida que iban pasando los partidos. No encontró un onceno que le garantizara equilibrio. El conjunto no ha sido compacto ni ordenado ni solidario. Hay varios jugadores que solo atacan y otros que solo son útiles defendiendo. Se requiere que la mayoría cumpla las dos tareas.
6. Demasiados cambios entre uno y otro partido. No consolidó una formación titular. Eso sí, el raquítico rendimiento de las individualidades y el afán de triunfo lo obligaban a modificar para tratar de mejorar. Probó a 24 jugadores en ocho juegos. También durante los compromisos protagonizó algunas sustituciones que poco y nada aportaron.
7. El entrenador falló en darle continuidad en la nómina y en el onceno estelar a un jugador que en Junior ha rendido escasamente como Omar Albornoz. Muestra unas limitaciones técnicas que hacen difícil que se amolde al fútbol de toque y asocio que aspiraba a implementar el DT. Eso aparte de cierta indolencia en la actitud que asume al jugar.
8. Arturo Reyes respetó demasiado la jerarquía y trayectoria de Carlos Bacca, que en lo que va del año no ha podido enchufarse y aportar su gran poder goleador. El porteño se ha perdido confianza. Hasta recibir el balón le cuesta. Pero no es el único responsable, todos han sido desatinados al definir. Reyes debió buscar otras alternativas para resolver la falta de contundencia. Junior solo suma cuatro goles en ocho partidos.
9. Los directivos contrataron algunos jugadores que el timonel no solicitó como es el caso de Andrey Estupiñán. Es un extremo con velocidad, gran despliegue físico y algo de juego aéreo, pero no es el más hábil ni el más goleador, aunque en su más reciente temporada completó ocho anotaciones. Y más allá de sus condiciones, no lo solicitó el DT.
10. Las falencias futbolísticas colectivas e individuales no fueron compensadas con combatividad, garra y pundonor. La mayoría de los futbolistas rojiblancos continúan en deuda en ese aspecto. A muchos se les ha notado ansiosos, y sin el temperamento para encarar acertadamente la presión que reviste un equipo como Junior en la actual situación.
