“Mi hijo pequeño me dijo que su padrastro le echó algo a la Pony”
La mamá de los menores intoxicados en Soledad contó la versión del pequeño sobreviviente, quien permanece hospitalizado. Las exequias del fallecido se llevaron a cabo en la mañana de este martes.
“Él le echó algo picante a la Pony”. Esto le confesó el pequeño de cinco años a su madreDeisy Gutiérrez, luego de salir de peligro tras haber sido intoxicado el pasado viernes 2 de diciembre junto a su hermano mayor de 7 años, quien lamentablemente falleció debido a este suceso.
La mujer mencionó que después del hecho se le acercó un pequeño que estaba con sus hijos y le dijo que el señalado los había puesto a competir: “2000 pesos les iba a dar al que se tomara primero la bebida, eso me dijo el niño”.
“A mí me llamó el CTI para que denunciara, pero yo no voy a poner denuncia, no por defenderlo a él ni nada, solo que sé que le va a ir peor que lo que hizo a mis hijos. Él no se ha vuelto a comunicar conmigo, la última vez que lo vi fue cuando salió del hospital”, finalizó Deisy.
El dolor de la abuela paterna
En dolor, lamentos, llantos y demás sensaciones de vacío y tristeza se convirtió la cuadra en la que residían los menores con su abuela, Aracelis Orozco, luego de que desde su casa partiera por última vez el cuerpo del pequeño Adolfo José Valega Gutiérrez. “Se ha ido mi compañero de vida, mi todo”, gritaba desconsolada la mujer mientras observaba por última vez el pequeño féretro.
En medio de su melancolía la mujer no dudó en pedir justicia por lo que le ocurrió a sus nietos: “Todo quedó claro desde el primer momento, mis nietos entraron envenenados, aquí no se habló de ninguna intoxicación. Mi nieto murió al instante. A la Sijín y al CTI se le dijo que a ellos les habían dado una bebida, fue lo último que ingirieron. Entonces no entiendo por qué a ese hombre lo soltaron automáticamente”.
“Normalmente todos los fines de semana la madre venía por los niños en un común acuerdo que había llegado con nosotros. Incluso me había dicho que se iba a dejar del hombre, que ella se quería llevar a los pequeños a vivir por completo con ella, a lo cual yo le dije que no, que yo me iba a quedar con mi nieto”, relató la señora Aracelis.
Todo estaba pactado para que el día sábado los pequeños volvieran con su abuela: “Ya quería verlos, no sabía estar lejos de ellos, pero jamás pensé que esa llamada que nos hicieron en la noche era para darnos esa horrible noticia de que los habían envenenado”.