Lina abraza sonriente a su padre Fernando Botero.
Lina abraza sonriente a su padre Fernando Botero.Archivo
¿Qué Pasa?

“Mi papá decía que era el más colombiano de los colombianos”: Lina Botero

La hija del maestro Fernando Botero contó que su padre se marchó en paz y que siempre vivió conectado al presente del país, algo que plasmaba en sus obras.

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El luto se ha apoderado de los colombianos, se ha marchado a los 91 el pintor y escultor Fernando Botero Angulo, ese que con sus voluminosas obras engrandeció la buena imagen del país.

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Botero, a quien muchos llegaron a sentir hacía parte de su familia, debido a que crecieron viendo sus obras, se marchó, no sin antes dejar un legado inmenso. Sin embargo, a quien más le duele su partida es a su familia, aquella que tuvo la oportunidad de compartir con él momentos únicos.

Su hija Lina Botero, productora, curadora e interiorista, habló en diferentes medios sobre su deceso, dijo que le apretó las manos hasta el último suspiro y que el maestro se marchó en paz.

Mi papá decía que él era el más colombiano de los colombianos, porque de verdad que llevaba a Colombia en su corazón permanentemente y no solamente porque se mantenía al tanto de la actualidad de su país, siempre estaba sensible a la necesidad y donde podía ayudar, además que sus recuerdos de Colombia siempre alimentó su obra artística, a pesar de haber vivido años y años por fuera de Colombia”.

Lina detalló que todos los días entraba al estudio a crear y que siempre plasmaba algunas remembranzas de su tierra, las montañas especialmente en técnica de acuarela.

“Mi papá tuvo la suerte infinita de haber hecho con su obra exactamente lo que él quiso en vida, haberle regalado a Colombia esos dos museos que le regaló, la plaza las esculturas monumentales, tantas obras filantrópicas que hizo para Colombia le dieron a él la satisfacción más grande del mundo, él me decía continuamente ‘lo más inteligente que yo he hecho en mi vida fue haberle hecho esos regalos a Colombia porque lo que yo le hice me ha devuelto millones de veces en cariño’”.

Destaca que lo más extraordinario que donó fue toda su colección privada en el año 2000, cuando el territorio nacional atravesaba uno de los momentos más difíciles de su historia reciente, con los diálogos del Caguán en desarrollo y la expansión de las masacres del paramilitarismo.

“Mi papá donó toda la colección privada, descolgó cuadros de su casa y yo en un momento le dije ‘papá pero por qué al menos dejas estas cuatro obras que están acá que son las que están en las paredes de tu casa, regala todo, pero deja esto” y me dio una respuesta que jamás olvidaré, si un regalo no te duele, entonces no es un buen regalo”.

Por último en medio del dolor que la invade en este duro momento Lina contó que pudo ver como la energía de su padre se fue apagando desde el pasado sábado y que finalmente este viernes perdió la vida.

El venía afectado por una bronquitis, yo podía ver cómo entraba al estudio durante cuatro horas a crear en la técnica de acuarela, la cual le gustaba mucho porque no permitía errores y se le veía muy feliz, tuvo la fortuna de trabajar en lo que le gustaba hasta los 91 años, pero desde el sábado se empezó a apagar. Mi padre también sufría de Parkinson, el cual lo mantenía rígido y aun así seguía creando. Hoy pude apretarle las manos y verlo cerrar sus ojos para siempre”.

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