Tras 11 meses de tener una limitación en la movilidad de sus extremidades que la dejó postrada en una cama, la joven murió en una clínica en Santa Marta.
Irina María de León Narváez había contado en sus redes sociales que su enfermedad inició luego de tomar un tinto que recibió de una conocida, mientras creaban contenido para redes.
“Yo hacía contenido con una amiga, fuimos al barrio 20 de octubre a hacer un vídeo a una vecina y ella nos brindó un café; mi amiga no lo recibió, pero yo sí, desde ese momento empecé con dolores, los cuales no desaparecían pese a tomar medicamentos”, relató la fallecida.
En su momento agregó que al pasar los días y meses empezó a perder fuerzas, primero en una pierna y luego en otra. “Las rodillas se me hinchaban y no pude caminar más. Me llevaron al médico, me realizaron exámenes y solo me salió la hemoglobina baja”.
Se conoció, que presuntamente al no encontrar respuesta médica a su extraña enfermedad, recurrieron a líderes espirituales, sin embargo, esto último no funcionó. Ya que en los últimos días sufrió complicaciones respiratorias por las que tuvo que ser trasladada al IPC de María Eugenia y posteriormente remitida a una clínica privada, donde oficializaron su muerte tras un paro cardiorrespiratorio.
Al ser declarada su muerte natural, no fue sometida a inspección técnica a cadáver.