Hay varias hipótesis que rodean el brutal asesinato de Valentín Eduardo Payares Pertuz, dragoneante de la Penitenciaría El Bosque, adscrito al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, Inpec, en la mañana del jueves 26 de septiembre, en una calle del barrio Las Malvinas, localidad Suroccidente de Barranquilla.
Agentes del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía fueron los encargados de asumir las pesquisas, con el objetivo de dar con el paradero de los autores materiales e intelectuales de este ataque protagonizado por motorizados.
luego de las respectivas labores de campo, son tres líneas de investigación que se manejan sobre lo ocurrido en la capital del Atlántico. A falta de algunas consultas, nuevas versiones podrían tomar fuerza en los próximos días.
Payares Pertuz, de 44 años, se movilizaba junto con otra persona en un vehículo particular de su propiedad cuando se escucharon las detonaciones en la carrera 8G con la calle 98. La mujer, cuya identidad no ha sido revelada, se había bajado del automóvil para comprar comida en el concurrido sector.
Galenos de turno en el P.A.S.O El Bosque no lograron salvarle la vida, debido a la gravedad de los cuatro impactos de bala recibidos, dos de ellos fueron con dirección a su cuello.
Este medio de comunicación confirmó que el dragoneante del Inpec acababa de terminar su turno en la Penitenciaría El Bosque y tomaba rumbo hacia su hogar. En el centro carcelario se desempeñaba como coordinador de la policía judicial desde hace cinco años aproximadamente, de hecho el pasado 11 de Junio se cumplieron 23 años desde su ingreso al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario.
¿Qué hay detrás?
El guardia no tenía registros que lo vincularan a ninguna estructura delincuencial de la ciudad, sin embargo sí contaba con anotaciones judiciales en el Sistema Spoa por los delitos de lesiones personales y violencia intrafamiliar.
Por allí puede apuntar una de las presuntas razones de su muerte, puesto que Valentín Eduardo habría sido víctima de amenazas en al menos tres ocasiones desde el año 2015, dando pie a que su muerte haya sido fraguada como venganza a temas personales del pasado.
Es importante aclarar que el fallecido, cuando estaba fuera de sus funciones como personal adscrito al Inpec, solía estar encargado de varios préstamos de dinero de forma informal. Oficio que pudo desencadenar la creación de un par de enemigos que no querían verlo con vida.
Tampoco se puede desligar este homicidio al trabajo que día a día Payares Pertuz llevaba a cabo en la Penitenciaría El Bosque, pues al ser coordinador de la Policía Judicial contaba con un cargo visible a los privados de la libertad presentes en esta cárcel.
Días anteriores, se logró un operativo de registro y control en uno de los pabellones de este penal, donde se incautaron más de 30 teléfonos celulares. Resultados que también, de acuerdo con la información suministrada, le habrían traído problemas al hoy occiso, quien tuvo un pequeño altercado con uno de los reclusos.
En esa línea, no es descabellado pensar que todo haya sido bajo la orden de un supuesto ajuste de cuentas ligado a sus funciones dentro de la institución.
Finalmente, la tercera hipótesis que viene siendo analizada por los investigadores puede estar asociada a la reciente ‘Operación Orión’, en la que se desmanteló la cadena criminal del grupo delincuencial común organizado ‘Los Costeños’, capturando a varios presuntos hombres de confianza de Jorge Eliécer Díaz Collazos, alias Castor.
Entre esos aprehendidos estaba alias Calle, según la Policía Metropolitana de Barranquilla, también dragoneante del Inpec y cuyo accionar delincuencial muy seguramente debió despertar la curiosidad del asesinado.
Aunque esta línea investigativa no ha sido confirmada de primera mano por las autoridades, también puede ser un tema de indagación para el personal del CTI de la Fiscalía, quienes seguramente intentan tomar con pinzas todo lo que puede conducirlos a una pronta judicialización de este caso.
Antecedentes
Recordemos que el pasado viernes 20 de septiembre se presentó un ataque a bala, precisamente a las afueras de la Penitenciaría de El Bosque, que cobró la vida de Antonny de Jesús Martínez Castro, electricista de 37 años que solía trabajar en las labores de construcción que se vienen realizando dentro del recinto carcelario.
Martínez Castro, de acuerdo a las versiones del caso, se encontraba sentado en un parque ubicado a muy pocos metros del penal, cuando fue sorprendido por un sujeto que se acercó a él de manera sigilosa. Este comenzó a dispararle de manera reiterada hasta que lo dejó malherido en la puerta de la penitenciaria.
Las autoridades intentan verificar si ambos episodios tienen relación entre sí, debido a la similitud de sus ejecuciones y a la hora en la que se registraron.
Antonny de Jesús Martínez no tenía anotaciones judiciales y residía con su familia en el municipio de Galapa. En ese sentido, los uniformados a cargo de las pesquisas analizaban si dicha muerte se presentó a causa de problemas personas o amenazas de muerte.
Justo el día en el que fue asesinado no ingresó a la penitenciaria por motivos que aún no han sido revelados.