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Adicción sexual, un problema más común de lo que se cree

Don Juan Casanova recomienda buscar ayuda profesional para enfrentar este tipo de adicción.

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La adicción al sexo es una de las más negadas en nuestra cultura. Siempre ha existido la búsqueda compulsiva de sexo, pero hoy en día es un hecho cada vez más fre­cuente, sobre todo por la facilidad que existe para acceder a teléfonos eróti­cos, revistas especializadas, películas porno y páginas en internet dedicadas o vinculadas al sexo.

Al respecto un preocupado lector nos escribió lo siguiente: “Apreciado Don Juan, a pesar que tengo pareja y estoy muy enamorado de ella, desde hace algunos meses he comenzado a sentir deseos descontrolados por tener rela­ciones sexuales y vivo obsesionado con eso, lo que me ha llevado a ser infiel y al final sólo me queda una sensación de culpa. ¿Qué puedo hacer para aca­bar con esta compulsión?”

Recuerda que la sexualidad es inhe­rente al ser humano, pero cuando el sexo se convierte en una actividad prio­ritaria que llega a interferir en la vida cotidiana, alterando las relaciones fa­miliares, sociales o laborales, se puede hablar de adicción al sexo.

En la adicción sexual se mantienen períodos de descontrol en la conduc­ta sexual, alternados con períodos de cierta normalidad. Comienza a ser un verdadero problema cuando se deja de controlar la situación y lo que en apa­riencia es divertido, provoca un gran malestar.

En muchos casos la persona afectada niega y justifica los hechos, como ocu­rre en otras adicciones, aumentando el pensamiento obsesivo sexual, las fanta­sías sexuales y la necesidad de buscar sensaciones inmediatas para calmar la ansiedad provocada por los problemas cotidianos, lo que los lleva a entrar en un círculo vicioso con el que se genera mayor malestar, según se reincide en la conducta sexual, llegándose a producir el rechazo hacia uno mismo.

Este problema debe ser evaluado y el tratamiento debe determinarlo un es­pecialista, psiquiatra o sexólogo, pero desde luego es posible tratar esta adic­ción, siendo importante que el paciente acuda motivado y cuente con el apoyo de las personas de su entorno.

HAY QUE ACEPTAR EL PROBLEMA

Lo primero que se debe hacer es re­conocer los motivos que los impulsan a esta adicción, algo que se puede lograr mediante terapia cognitivo-conductual, dirigida por un psiquiatra o sexólogo, con la que se trata de llegar a controlar los es­tímulos, enseñar a prevenir la respuesta, identificando las situaciones de riesgo y desarrollar el autocontrol.

Sobre la prevención de las situacio­nes, se trata incluso de reducir el acce­so a la adicción, los sitios, momentos y posibilidades. Es posible que se tenga que suprimir el computador o los telé­fonos de forma temporal y buscar acti­vidades que te alejen de esta adicción, como dar paseos, hacer deporte, ins­cribirse en algún curso de algo que te mantenga distraído.