¿Cómo afectan la sexualidad esos kilos de más?
El sobrepeso puede traer problemas al momento de la intimidad.
Es cierto que la obesidad o el sobrepeso perjudica gravemente la salud en las personas que la padece. Son múltiples las afectaciones que trae consigo este trastorno y entre esos las consecuencias en el sexo, el deseo y el placer. Y precisamente al respecto una lectora nos escribió lo siguiente: “Apreciado Don Juan, tanto mi esposo como yo hemos aumentado de peso y de un tiempo para acá sentimos que nuestra vida sexual ha desmejorado, por lo que nos gustaría saber si esto tiene algo que ver con la obesidad”.
Es normal que al tener unos kilos de más una persona se puede sentir insegura de mostrar su cuerpo frente a su pareja, o la persona por la cual se sienta atraída.
Pero este problema va mucho más allá de la estética, ya que afecta en gran parte la salud y vida de las personas que la comienzan a padecer.
El sexo es uno de los principales factores que se ve afectado por el sobrepeso, no solo por el temor que se presenta al tener que estar desnudo frente a otra persona, sino por las irregularidades físicas que se pueden presentar.
Las consecuencias
Tanto hombres como mujeres que padecen de obesidad tienen una disminución en los niveles de testosterona, una de las hormonas encargadas de regular el deseo sexual. El exceso de peso hace que el apetito sexual se disminuya y sea determinante para la vida íntima en pareja.
En el caso de los hombres, la inactividad física puede traer a largo plazo problemas de circulación, lo que evidentemente afecta el flujo de la sangre, lo que se traduce, en que los hombres pueden tener dificultad para lograr y mantener erecciones, incluso pueden llegar a padecer disfunción eréctil.
Por otro lado, en las mujeres, a nivel reproductivo, el sobrepeso se asocia con el aumento de la probabilidad de padecer ovarios poliquísticos, problema que si no se trata a tiempo, puede que a largo plazo sea una gran dificultad al momento de querer quedar en embarazo.
Así mismo, tanto a los hombres como a las mujeres se les dificulta tener encuentros sexuales largos, pasionales y cómodos, sencillamente porque su fisionomía no les permite tener resistencia cardiovascular.
Por último, los encuentros se pueden volver rutinarios y poco satisfactorios, porque al intentar nuevas posturas puede ser riesgoso, primero por su poco estado físico, además del esfuerzo que deben hacer para durar más en sexo, y la incomodidad de no poder ser completamente funcional en los momentos íntimos.