Para muchas parejas el sexo es solamente penetración y dejan a un lado las caricias. Al respecto, una lectora nos escribió lo siguiente: “Querido Don Juan, tengo una relación desde hace más de medio año y el sexo ha comenzado a volverse aburrido. ¿Qué podría hacer para reavivar la pasión con mi pareja?”.
Los masajes eróticos son un preliminar perfecto para conseguir que tus relaciones sexuales sean más satisfactorias y divertidas, por lo que aprender a hacer esta práctica puede ser clave para evitar que sus encuentros sexuales sean monótonos.
Comienza por elegir una música adecuada a efectos de crear un ambiente íntimo y sensual, baja la intensidad de la luz. Ten a mano aceites y cremas, calienta tus manos y escoge la zona por la que quieras comenzar, ya que a continuación te detallamos los diferentes masajes eróticos.
LA CABEZA
Lo primero que debe hacer tu pareja es tumbarse de espaldas, con la cabeza apoyada sobre un cojín. En tu caso, colócate de rodillas detrás de él y comienza por la frente, haciendo un suave recorrido con tus dedos desde la nariz y ve hasta el nacimiento del cabello, alternando mano derecha e izquierda.
LA ESPALDA
Es el momento de practicar el conocido como ‘masaje californiano’. Tu pareja se tumba bocabajo y tú te sitúas a la altura de su cabeza, con las palmas de las manos en lo alto de su espalda. Desliza suavemente tus manos hasta llegar a sus nalgas, haciendo un pequeño estiramiento en dirección a sus pies.
Presiona el contorno de sus nalgas y desliza tus manos por los costados, para después remontar hasta las axilas, antes de tirar ligeramente de los hombros hacia lo alto y volver a la posición de partida.
EL PECHO
El ‘masajista’ se sitúa a la derecha de su compañero, al nivel de sus caderas. Las manos han de estar sobre los pectorales o senos, envolviéndolos bien. A continuación procede a hacer tres movimientos circulares: en el sentido de las agujas de un reloj para el seno derecho, en el sentido contrario para el izquierdo y, sin dejar de realizar estos círculos, acerca y aleja los senos.
Después, desliza tus dedos desde el pezón hasta el exterior del seno y amasa delicadamente la piel variando la presión. Para terminar de una forma más erótica, sírvete de tu boca y no dudes en besar directamente su pecho.
LAS NALGAS
Tu pareja se tumba bocabajo y tú te sientas justo debajo de su trasero, a horcajadas. Pon las palmas de la mano sobre sus nalgas y masajéalas con movimientos circulares cada vez más amplios. Acentúa la presión.
Ve después a la nalga derecha; pon tus manos sobre ella y, con la ayuda de tus pulgares, forma un ‘rollo’ con la piel y remóntalo hasta el coxis. Alterna la nalga derecha con izquierda.
LOS PIES
Tu pareja se tumba de espaldas, con un cojín bajo las rodillas. Siéntate a la altura de sus pies, frota aceite en las manos, coge un pie con ambas y realiza movimientos circulares con el pulgar sobre los tobillos, en el sentido de las agujas del reloj y repítelo en el otro.
Después pon los tres primeros dedos de tu mano sobre el tobillo externo y dibuja círculos lentamente y por último haz movimientos en forma de ocho.