James Toliver Craig, de 45 años, es el nombre del profesional de la salud que en este momento espera el juicio en su contra para que la justicia dictamine cuántos años de cárcel va a recibir.
Meses atrás, el hombre fue capturado como el principal sospechoso de la muerte de su esposa Angela, de 43 años, la cual llevó al hospital porque empezó a presentar fuertes mareos y dolores de cabeza. Rápidamente y aunque recibió atención oportuna, la mujer empeoró por lo que fue llevada a UCI en la que solo instantes después, la declararon con muerte cerebral.
Tras la identificar la razón de la muerte de la occisa, la Policía del estado de Colorado, en Estados Unidos, aprehendió al sujeto como sospechoso, pero rápidamente fueron descubriendo pruebas en su contra.
Al revisar su celular como recurso en la investigación, encontraron una búsqueda en Google que decía "¿Es el mercurio detectable en una autopsia?", prueba en su contra que se aseveró cuando los agentes descubrieron que el hombre ordenó un paquete de la sustancia para su consultorio, cuando no se realizaban procedimientos que involucraran ese químico en su lugar de trabajo.
Aunque ya se sabía que era el responsable del crimen, el señalado solo reveló recientemente las razones que lo motivaron a cometerlo. Toliver declaró en interrogatorio que envenenó a su esposa porque planeaba escaparse con una ortodoncista que había conocido por correo y que vivía en otro estado, Texas.
Para llevar a cabo su maléfico plan, el hombre le habría puesto mercurio a unos batidos que Angela se tomaba cada mañana, por lo que no sospechó nada. Dos días después, la mujer murió.