Se conocieron siendo sacerdote y monja, pero se retiraron para poder estar juntos
La mujer fue la primera en dejar la congregación y un año después lo hizo él.
Una historia que se ha tomado los principales diarios alrededor del contienente, es la de Mercedes Terragan y Daniel Gevonesi, un excura y exmonja que renunciaron a sus cargos dentro de la iglesia por estar juntos.
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Los dos se conocieron a la edad de 22 y 26 años, cuando prestaban sus servicios al catolicismo y a su comunidad, sin embargo, en medio del horario de servicio, ambos empezaron a notar que les gustaba mucho pasar tiempo juntos y cada vez sentían más ganas de verse.
“Yo vivía en una 'cajita' y estaba bien en esa 'cajita', pero cuando conocí a Daniel, él me fue abriendo ventanas”, le confesó la religiosa retirada “Queríamos comenzar, lo mejor posible, una historia nueva. Y con esa historia nueva empezamos a estudiar y a trabajar”, contó Daniel. lugar de los hechos.
Con estos nuevos sentimientos, Mercedes se retiró, pero sin decirle nada a Daniel para no afectar su carrera como cura. Sin embargo, un llamado luego de un año de aquella decisión, los volvió a unir.
Un día, su futura pareja le propuso irse a trabajar en una comunidad con él por medio de una congregación y la mujer aceptó.
“Siempre que nos encontrábamos, creíamos que iba a ser la última vez. Daniel me dice: ‘venite a Venado Tuerto que trabajamos en la diócesis, el obispo está de acuerdo’. y yo acepté", confesó la mujer.
Tras aquello, definitivamnete el hombre decidió perseguir el amor con su antigua compañera de evangelización y se retiró la sotana para comenzar una vida juntos en la capital, Buenos Aires.
“Queríamos comenzar, lo mejor posible, una historia nueva. Y con esa historia nueva empezamos a estudiar y a trabajar”, contó el exlíder espiritual, sobre una relación que aunque hoy, muchos años después ya cuente con dos hijas, en su momento vivió algo de tristeza.
El primer embarazo de la pareja generó gran expectativa en los dos, e incluso la criatura logró nacer, pero falleció a las dos horas. Afortunadamente para ambos, hoy, ya con 53 y 57 años, son realmente felices en su hogar con sus dos 'retoños'.
Daniel dio a conocer además, que en el año 2013 le escribió al papa Francisco para contarle su historia y el sumo pontífice le respondió. “Es fuerte que la persona que se encuentra en el punto más alto de la organización diga ‘lo que decís es real, tenés razón’. Requiere mucha humildad y, al mismo tiempo, es muy liberador”, contó en aquella ocasión muy emocionado.
