Vestido de traje, como todo un príncipe azul, Brad Thompson, padre de la pequeña Phoenix llegó a visitarla al hospital momentos antes de que ella entrara a recibir quimioterapia.
Se trataba de una sorpresa llena de mucho amor para la pequeña de dos años. Thompson empacó el vestido amarillo de princesa que lleva la niña y se lo envío con una de las enfermeras del hospital haciéndole creer que se lo había dado un voluntario.
Justo cuando ya Phoenix lucía como la princesa que es, su padre entró a la habitación vestido muy elegante y la invitó a bailar ‘My Little Girl’ (Mi pequeña niña).
“Hoy fue el último día de quimio de Phee en su primera ronda y papá vino de visita. Poco sabíamos que tenía algunas sorpresas para nosotros. Es decir, sinceramente, no creo haber podido elegir un hombre mejor para mis hijos. A los dos años de edad, esto es duro para ella, su familia y las personas que la aman”, escribió Christina Thompson, madre de Phoenix, en Facebook.