Amber y Fernando son una pareja de 35 años que estaban a la espera de su quinto bebé, que para ellos, sería el último, puesto que ya habían cumplido el sueño de tener una familia grande y numerosa.
Es por eso, que Amber Rojas decidió no saber el sexo de su bebé sino hasta el día de su nacimiento, sin embargo no sabría que a finales de marzo cuando estaba previsto su parto,se llevaría una impactante sorpresa, al enterarse que la niña nació con síndrome de Down.
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Lo más emotivo de este momento, es que lejos de escandalizarse, la mujer no mostró ni por un segundo, señales de decepción por la condición de su hija, sino que por el contrario,la abrazó y celebró con el resto de sus hijos y su esposo que la acompañaban, pues su parto se desarrolló en una bañera en su propia casa.
“Sólo quería saberlo todo sobre los bebés con síndrome de Down para poder cuidar mejor a mi hija. No nos importaba que tuviera el síndrome, porque todos estamos locos por ella y sus cromosomas” declaró la feliz madre al portal Health