La insólita protesta, con un muerto a cuestas, que hizo una mujer en Riohacha
La singular y macondiana protesta se hizo porque no la dejaron trabajar en el cementerio La singular y macondiana protesta se hizo porque no la dejaron trabajar en el cementerio.
Una protesta singular se presentó la noche del domingo en la puerta de la Alcaldía de Riohacha, donde fue dejado un ataúd con el cadáver de un hombre que respondía al nombre de Manuel De Jesús Silva, de 40 años.
El hecho se registró hacia las nueve de la noche, cuando el ataúd fue colocado en la edificación por Sonia Bermúdez, dueña de la Fundación y el cementerio Gente como Uno, donde sepultan a NN y personas de escasos recursos económicos.
Ella, quien fue por muchos años técnica forense en Medicina Legal, decidió protestar de esta manera porque dice que en el cementerio central de Riohacha, donde tenía su espacio para la preparación de los cadáveres, fueron colocados materiales de construcción por parte de la Diócesis y le ha tocado pagar en las funerarias para llevar a cabo esta labor.
LE INVADIERON ZONA DE TRABAJO
A medida que pasaban los minutos el lugar se fue llenado de curiosos, quienes no podían creer lo que estaba sucediendo. “Esto nunca había pasado aquí en Riohacha, es algo insólito”, aseguró Hernán Guerrero, quien iba pasando por la Alcaldía.
El secretario de Gobierno distrital, Jairo Aguilar, afirmó que efectivamente la iglesia está haciendo unas remodelaciones y que Sonia reclama porque no se le permitió el ingreso al cementerio a realizar la preparación de los cadáveres y guardar el cuerpo de Silva, cuyos familiares no se habían enterado de su muerte.
El padre Jeferson Ariza, párroco de la Catedral Nuestra Señora de los Remedios, aseguró que la iglesia estableció unos horarios con Sonia Bermúdez, pero que si se presentó un cadáver en la noche, pudo haberlo llamado a él o al vigilante para poderlo guardar.
HACE PARTE DE UNA FUNDACIÓN
Sonia hace parte de la fundación Gente como Uno que administra y opera un cementerio que está ubicado en un lote donado por el distrito de Riohacha en diciembre del 2015 y que se encuentra en el kilómetro 10 en la vía a Valledupar.
Hace 27 años, cuando aún trabajaba para Medicina Legal, decidió asumir esta labor social de darle cristiana sepultura a los NN y a aquellas personas que no tienen recursos para pagar una bóveda en un cementerio.
Ayer en la mañana finalmente el cuerpo de Manuel De Jesús Silva pudo ser sepultado en el cementerio de Bermúdez con el acompañamiento de su familia, quien vino desde Barranquilla cuando se enteraron de su muerte, ya que hace mucho tiempo no sabían de su familiar.
