La tranquilidad que reina en el municipio de Sincé donde se aprestan en las próximas horas a celebrar las novenas en honor a su santa patrona, la Virgen del Socorro, se vio alterada en la mañana de ayer por cuenta de las acciones de un presunto brujo al que intentaron linchar porque con sus actuaciones no los ha dejado dormir en las últimas cinco noches.
La alteración al orden público, que se inició a las 9:00 de la mañana y que requirió la intervención del personal de la vigilancia y el Esmad de la Policía Nacional, se produjo en el barrio Villa Coral cuando la comunidad se armó con palos y piedras para arremeter contra un zapatero del que aseguraron le había “echado un espíritu maligno” a su hermano y a la familia de este.
Los vecinos de los barrios San Martín y San Juan, donde residen los afectados con estas acciones del más allá, se mostraron dispuestos a actuar por su propia cuenta porque esta es una problemática que se presenta desde hace cinco meses y a pesar de haber sido puesta en conocimiento de la Policía, esta no actuó.
Desde las 8:00 de la mañana de este domingo, moradores de los barrios San Martín y San Juan se reunieron en la casa que habita Enrique Galván Luna porque su esposa, Marta Isabel Acosta Ortega, había sufrido un desmayo “causado por un supuesto espíritu” que dicen se les mete a todos los integrantes de la familia y el causante es Alejandro Galván Nuñez, un zapatero que supuestamente realiza ritos satánicos y de hechicería.
La turba enardecida decidió atravesar el pueblo de extremo a extremo para ir a linchar al presunto hechicero, pero la oportuna intervención de la Policía Nacional lo impidió. Era tanta la gente dispuesta a ponerle fin a esta situación que tuvieron que pedirle apoyo a la Infantería de Marina y al Esmad que hicieron presencia en Villa Coral, donde reside el zapatero al que le quisieron destruir la casa.
Como pudo, la Fuerza Pública lo sacó para llevarlo a la Estación de Policía de Sincé, lugar hasta el que también llegó la comunidad, por lo que fue necesario su traslado a Corozal, donde aún permanece. Enrique Galván Luna, un albañil de 40 años, a quien por cariño lo llaman Tyson, y quien es el más afectado con la situación, dijo que su hermano Alberto, por envidia le echó un mal a él, a su esposa y sus hijos de 12 y 14 años y por eso llevan varios días sin dormir porque sufren cambios en su comportamiento, ocasionados por el supuesto espíritu que tienen en su cuerpo.
VOCES DE APOYO A LA FAMILIA
Milena Campo, vecina de Enrique Galván, dice que el problema se inició hace cinco meses, pero
desde hace cinco días nadie ha dormido en San Martín y San Juan porque escuchan cosas raras
en los techos, como animales caminando y los gritos desesperados de los cuatro miembros de esa familia que está poseída por el demonio.
Al llegar al Hospital de Sincé, Marta Acosta tuvo que ser sedada y dejada en observación médica. Varios de sus vecinos, entre ellos José Sierra, oraban en las afueras del centro asistencial para contrarrestar este mal.
“Hay que orar por esta familia porque lo que están viviendo es horrible, por eso estamos solicitando ayuda espiritual”, sostuvo Sierra.