En la edición navideña del Dr. Cocoon lo invitamos para que nos explique brevemente, y de la manera más sencilla, qué quieren decir los gozos navideños. Sabemos que millones los rezan, pero puede que no los entiendan del todo.
Buenas tardes profesor Cocoon, gracias por venir y no tardar tanto:
Hola, Kent. Gracias a ti Kent.
Bien, empecemos con el primer gozo. ¿Qué quiere decir esto?
¡Oh, Sapiencia suma del Dios soberano, que a infantil alcance te rebajas sacro! ¡Oh, Divino Niño, ven para enseñarnos la prudencia que hace verdaderos sabios! Ven a nuestras almas ven no tardes tanto...
Verás, Kent. Dios se convirtió en un niño sabio, pero no entendido como un nerd sabelotodo, sino como alguien capaz de conocer el orden del mundo para impartir justicia. Será un ser muy prudente y como nosotros no somos precisamente unos santos, necesitamos que venga rápido a darnos una mano.
Seguimos, ¿cómo explicar este?...
¡Oh, Adonai potente que Moisés hablando, de Israel al pueblo diste los mandatos! ¡Ah, ven prontamente para rescatarnos, y que un niño débil muestre fuerte el brazo!
Fácil. Los judíos cuando encontraban la palabra YHVH en el libro sagrado leían Adonai (El Señor), para no pronunciar el nombre de Yahveh, pues en esa época llamar a Dios por el nombre que él mismo se había dado era considerado de pésimo gusto. En fin, este gozo nos recuerda que Dios nos encargó con Moisés los mandamientos y él a su vez los entregó al pueblo de Israel. El asunto es que como no le hicimos caso ahora le pedimos que venga él, como un niño pero con cualidades de ser supremo para que nos salve. Para eso necesitamos que nazca rápido, sano y bien alimentado.
Entiendo...¿Qué es la raíz sagrada?
¡Oh raíz sagrada de José, que en lo alto presentan al orbe tu fragante nardo! ¡Dulcísimo Niño que has sido llamado lirio de los valles bella flor del campo!
En el libro de Isaías la raíz sagrada de Jesé o José, tenía que ver con que el niño sería presentado a los pueblos como un estandarte, como una señal, que reunirá a los desterrados de Israel y a los pueblos dispersos de todo el mundo. Ah, y también nos dice que el bebé no solo es salvación, también huele muy rico y está muy bonito.
Profesor Cocoon, ¿diría usted que es necesario explicar qué es la llave de David?
¡Llave de David que abre al desterrado las cerradas puertas del regio palacio! ¡Sácanos, Oh Niño, con tu blanda mano, de la cárcel triste que labró el pecado!
Yo diría que sí. En la época de los reyes de Israel se le colgaba una llave en el hombro al tesorero del rey como símbolo de confianza y autoridad. Se le llamó “llave de David”, en honor al quien fue el segundo rey de Israel. La llave en el gozo quiere decir que el niño Jesús contará con la confianza y la autoridad para cumplir su tarea. En la última parte, y esta es mi opinión, puede entenderse que la mano de un niño, al ser más pequeña, consigue abrir más fácil la “celda del pecado”.
Qué nos dice de este gozo, respetable Doctor Cocoon...
¡Oh, lumbre de Oriente, sol de eternos rayos, que entre las tinieblas tu esplendor veamos! Niño tan precioso, dicha del cristiano, luzca la sonrisa de tus dulces labios.
Este no es tan difícil. La lumbre de oriente es la misma Estrella del Oriente que vieron los magos en Jerusalén, y por la que andaban preguntado dónde había nacido el rey de los judíos. También da a entender que el niño era muy brillante y nuevamente muy simpático.
Seguimos con este...
¡Espejo sin mancha, santo de los santos, sin igual imagen del Dios soberano! ¡Borra nuestras culpas, salva al desterrado y en forma de niño, da al mísero amparo!
Este gozo nos quiere dejar claro que, entre otras cualidades, el niño es inmaculado y decididamente especial, pues no ha nacido ni nacerá otro igual que pueda representar a Dios en la Tierra. El espejo también es un símbolo conocido de sabiduría.
"Emanuel preclaro", esta parte es un poco difícil de leer en las novenas. ¿Por qué la pusieron así?
¡Rey de las naciones, Emmanuel preclaro, De Israel anhelo Pastor del rebaño! ¡Niño que apacientas con suave cayado ya la oveja arisca, ya el cordero manso!
Verás. Jesús es el nombre “artístico” del niño, por llamarlo de alguna manera. En realidad el nombre original en hebreo es Emanuel. Así lo adoraban y esperaban en Israel para que los guiara, por eso la metáfora del pastor y las ovejas. Ah y porque ese era uno de los animales más abundantes en Israel, por eso es muy común en la religión cristiana.
Bienhechor rocío... ¿algo para decir profesor?
¡Ábranse los cielos y llueva de lo alto bienhechor rocío como riego santo! ¡Ven hermoso Niño, ven Dios humanado! ¡Luce, Dios estrella! ¡Brota, flor del campo!
La metáfora de la lluvia indica la necesidad de que Dios venga en forma de su hijo y esparza la bondad en todo, como se esparce la lluvia. Se le pide a Dios que brille como el sol y que germine su semillita depositada en María.
"Do" su niño vean ¿Qué es eso?
¡Ven, que ya María previene sus brazos, do su niño vean, en tiempo cercanos! ¡Ven, que ya José, con anhelo sacro, se dispone a hacerse de tu amor sagrario!
"Do" quiere decir, "con tesón, con fuerza, con empeño". Así lo esperan María y también José. Además, se refiere a que el niño parece estar a punto de nacer y todos tienen muchas ganas de alzarlo.
¿Diría usted que hay un gozo que no necesite explicación?
¡Del débil auxilio, del doliente amparo, consuelo del triste, luz del desterrado! ¡Vida de mi vida, mi dueño adorado, mi constante amigo, mi divino hermano!
Yo diría que es este. Es el único que usa lenguaje enteramente de nuestros tiempos y no necesita mayor explicación. Es en pocas palabras una alabanza al niño redentor.
¿Qué decir del último gozo?
¡Ven ante mis ojos, de ti enamorados! ¡Bese ya tus plantas! ¡Bese ya tus manos! ¡Prosternado en tierra, te tiendo los brazos, y aún más que mis frases, te dice mi llanto!
En este también se nos traba la lengua a veces. Diría que cuando nazca el niño Dios habrá que inclinarse o arrodillarse y besarle los pies y las manos. La emoción será tan fuerte que habrá más lágrimas que palabras.
¿Profesor Cocoon, de dónde vienen los gozos y quién se los inventó?
Pocos saben esto, pero el texto de las Aspiraciones para la venida del niño Jesús, o la novena de aguinaldos que los colombianos conocemos, fue escrito por el cura franciscano Fray Fernando de Jesús Larrea, originario de Quito, hacía finales del siglo XVIII. Un siglo después fue la madre María Ignacia, una monja bogotana, la que amplió el escrito. Se publicó por primera vez en 1784. Según se sabe, hasta el mismo Santander y Bolívar la rezaron en su momento.
Gracias profesor Cocoon. Finalmente, no lo puedo despedir sin desearle feliz navidad y a la vez preguntarle... ¿Diría usted, profesor Cocoon, qué es momento de estrellarse las cabezas unos contra otros y sacarse los sesos?
Yo diría que sí.
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