Que hijo de tigre sale pintado, no siempre… Juan Humberto Rois Dereix, el único hijo que tuvo el fallecido acordeonero Juancho Rois, quien hizo historia al lado del cantautor Diomedes Díaz, dejó de lado la música y se inclinó por la política.
Este año se conmemoran 25 años del fatídico accidente aéreo ocurrido el 21 de noviembre en El Tigre (Anzóategui-Venezuela), donde ‘El Fuete’ perdió la vida junto al bajista Rangel ‘el Maño’ Torres, el técnico de acordeones Eudes Granados y el piloto de la aeronave.
A estas alturas los amantes del vallenato anhelan que su heredero este trepado en tarima con el acordeón terciado al pecho sacando nuevas melodías; pero no es así, él se dejó seducir por la política y a sus 24 años se acaba de postular como concejal de Montería.
El estudiante de octavo semestre de derecho en la UPB de Montería, habló en exclusiva con
AL DÍA
sobre el porqué no hace música, la imagen que tiene de su padre, las anécdotas que le ocurren a diario con los seguidores del Conejo y también mostró su faceta política.
Aunque no sabe ejecutar acordeón, se declara amante de la música vallenata, especialmente de clásicos como: Por qué razón, No comprendo y Aunque no quieran, tres temas que son una secuencia que muestra la lucha de su papá por conquistar a su amada Jennny Dereix.
¿Al enterarse de lo legendario que fue su padre con el acordeón, se interesó por seguir sus pasos?
Siempre me mantuve interesado por el nombre de mi papá, saber quién era él, porque a medida que fui creciendo me fui dando cuenta de lo que representó en el folclor vallenato. Nunca tuve la voluntad propia de seguir sus pasos, me crié en tierra sabanera, donde prima más el ganado, los caballos, quizás si me hubiese criado en San Juan del Cesar estuviera tocando a la par de él. Todos en mi familia querían que tocara acordeón, pero cuando las cosas no nacen del corazón, como le ocurrió a mi padre, no fluyen.
¿Qué imagen le ha tocado construir de su padre tanto como persona y como músico?
Todos los días las personas se me acercan para contarme algo de él. Me dicen que era muy sencillo, humilde y noble, que no parecía artista. Y como acordeonero creo que fue un monstruo que partió la historia del vallenato en dos, muy creativo, sacaba melodías impensadas, creador del vallerengue, una mezcla que nadie había explorado.
¿Cuál es la canción con la que comienza a dibujar su figura y por qué?
Hay un tema de Gustavo Gutiérrez que se llama Amigos míos, que mi papá la grabó con Diomedes en el álbum El Cóndor Herido en 1989, apenas la escucho recuerdo cada palabra de sus allegados que me han dicho que amigos como él no hay, porque era incondicional, él siempre amaba a su gente en San Juan del Cesar, incluso siendo famoso jugaba fútbol con los locos en la calle, entonces esa letra lo refleja mucho a él.
¿Y de las de su autoría cuál es la que más le gusta?
Eso es difícil de escoger porque ese hombre sabía componer. Quizás las que más me gustan son las que les hizo a mi mamá que fue cuando se lució. Le hizo tres temas: Por qué razón, No comprendo y Aunque no quieran, en ellas habla de esa lucha que tuvieron por sacar adelante ese amor, son muy hermosas porque deja plasmada todas sus luchas. A él de pronto mis abuelos no lo querían no porque fuera músico, sino por el poco tiempo que le podía dedicar a su familia, no era por nada de clases sociales como muchos creen.
¿Qué es lo que más exalta su madre de Juancho Rois?
Que más noble que él no vuelve a nacer uno. Me dice que yo le heredé esa parte humana. Él era de los que llegaba a casa con una camisa muy fea y le explicaba que un seguidor le había pedido la suya y la intercambiaron.
Lleva el mismo nombre de su padre (Juan Humberto), esa fue una decisión que él tomó o fue un homenaje póstumo que sus familiares quisieron brindarle
Cuando él murió mi madre apenas tenía tres meses de embarazo y no se conocía mi sexo aún, así que fue más bien un homenaje de mi mamá hacía él para recordarlo todos los días de su vida. Él decía que sí o sí iba a ser varón y que apenas gateara me iba a poner en frente un balón o un acordeón, pero mira las cosas de la vida que no me incliné por ninguno de los dos (risas).
Él era muy amigo de los jugadores de la Selección, les compuso Yo soy Mundial, además del acordeón, también amaba el fútbol.
Había prometido que por el cariño que aún le tiene la gente a su padre usted iba a tocar acordeón ¿en qué queda eso ahora con su naciente carrera política?
Lo tuve presente porque es normal que siempre me pase que sus seguidores quieran que ese legado continúe. He intentado muchas veces tocar para complacerlos, pero ese legado es muy inmenso y no puedo ser inferior. Te repito no me nació ser músico, lo único que le puedo decir a los ‘juanchistas’ y ‘diomedistas’ es que así como mi papá luchó por el acordeón, yo voy a darlo todo en la política que es lo que me apasiona. Yo no sé tocar acordeón, en enero estuve en clases y nada no fluye el asunto, definitivamente eso no es lo mío.
¿Compartió con Diomedes Díaz, alguna vez le habló de su padre?
Claro que sí, él me decía que me quería mucho, que siempre recordaba a mi padre. La última vez que hablé con él fue en Valledupar, un locutor de Olímpica Stereo anunció que yo iba llegando con el acordeón en el pecho para mostrar mi talento y hasta el mismo Diomedes se emocionó al punto que llegó a la emisora y me dijo que tocara, y yo ni idea de hacerlo. Diomedes me pidió que subiera a la camioneta y en ella me manifestó su cariño, me dijo que yo era la imagen viva de su gran amigo. Yo era igualito hasta los 18 años, ahora he cambiado un poco, entonces él se emocionó mucho por el parecido, me dijo que me quería como un hijo más.
¿Conserva algún elemento de su padre?
Tengo sus joyas, ropa, un retrato que le regalaron y dos de sus acordeones. Una de ellas la fue a rescatar mi mamá tres meses después del accidente en Venezuela, esa tiene el nombre de él grabado y también tengo el primer acordeón que tuvo, toda una reliquia.
Alguna anécdota con algún seguidor de su padre que lo haya marcado
Ese es el pan de cada día, a casi 25 años de su muerte la gente lo adora. Me sorprendió que un seguidor suyo en Momil (Córdoba) se me acercó y me mostró que tenía a mi papá tatuado en el pecho, era un Juancho Rois gigante.
¿Por qué le picó el bicho de la política?
Es primera vez que estoy aspirando al concejo, desde niño me han gustado las leyes y la política, esta faceta aunque muchos no crean la heredé de él, porque Juancho Rois era muy servicial, tenía mucho don de gentes. A los 13 años comencé a hacer labores sociales, hice un comedor infantil, repartía regalos en Navidad y actualmente tengo dos escuelas de béisbol gratuitas para la población vulnerable. También tengo una campaña de concientización ambiental porque en Montería tenemos el majestuoso río Sinú, así que el mensaje que envío es que la casa no se ensucia. Esto me dio base para meterme en el tema político. Los jóvenes estamos cansados de los malos manejos administrativos que se han dado y si no nos ponemos la 10 y traemos nuevas ideas, no vamos a cambiar nuestra realidad.
Mi familia está integrada por puras mujeres emprendedoras, así que estoy comprometidas con ellas que me dieron pie para liderar su lucha. Yo voy por el partido Cambio Radical (7), este es el comienzo de una carrera exitosa, porque no puedo ser inferior al legado de mi padre, él hizo historia en el acordeón y yo la quiero marcar en la política.
¿Cuáles son los puntos más destacados de su plan de trabajo?
Las mujeres, estoy muy agradecido con ellas y quiero empoderar a la mujer rural, también por los jóvenes, por el emprendimiento, porque la situación económica no está fácil, las empresas están haciendo recorte de personal y mediante el emprendimiento podemos buscar alternativas solventes. Lo último y no menos importante el arte y la cultura, en Montería hay mucho talento. Aquí hace 12 años hubo una Casa de la Cultura y fue cerrada, así que quiero retomar esa fuerza musical. Estoy ad portas de abrir la fundación Junacho Rois con la que les brindaré una oportunidad a los niños de aprender a tocar instrumentos de manera gratuita.
¿Cómo se visiona dentro de una década?
Esto del Concejo es el comienzo de una carrera política prospera, de la mano de mi gente con el favor de Dios seré representante a la Cámara o Senador de la República.
¿Si tuviera la oportunidad hablar con su papá qué le diría?
Esta vida ha sido muy dura, pero con mucha madurez y por el momento que estoy atravesando le pediría que me aconsejara para tener el discernimiento y tomar las decisiones adecuadas para no perder el norte. Le pediría que me ayude para poder ser un instrumento para mi sociedad y poder sacar adelante este proyecto ambicioso. No tengo maquinaría política detrás de mí, y que más que un buen consejo de un padre para cristalizar todo esto.