‘Depende de López acomodarse bien en la montaña’: Lucho Herrera

Luis Herrera o simplemente Lucho Herrera. Este fusagasugueño de 58 años hizo vibrar al país el 15 de mayo de 1987, cuando se coronó campeón de la Vuelta a España. Sus pedalazos lo llevaron al trono del ciclismo mundial y sin duda con esto le abrió las puertas de este deporte a muchos de sus colegas en el exterior.
‘El Jardinerito de Fusagasugá’ es sin duda una de las grandes glorias del deporte colombiano. Además de ganar la Vuelta, ese mismo año volvió a poner la bandera colombiana en lo más alto, cuando se coronó campeón de la montaña del Tour de Francia, una de las competencias más duras del deporte.
Lucho habló con AL DÍA acerca del Giro 2019, de cómo ve las posibilidades de los pedalistas colombianos, entre otros temas.

¿Cómo ve la representación colombiana en el Giro de Italia?

Creo que el que está preparado y en mejores condiciones, con buen presente, es Miguel Ángel López. Está en un muy buen momento y claro, hay que esperar que lleguen las etapas de montaña. Ahorita en el Giro las primeras etapas son muy rápidas, son para los velocistas, ahora que pasó la primera semana ya viene la montaña y es donde van a tener oportunidades los colombianos.

A pesar que está en el puesto 27 en la general López ha ‘sobrevivido’ relativamente a las etapas para velocistas a las cuales usted se refiere...
Le ha ido bien, a pesar de alejarse un poco de los primeros lugares tiene una gran oportunidad con la montaña. Gracias a Dios no se ha visto involucrado en las caídas, que en las primeras etapas del Giro salen a relucir y son peligrosas. Ya depende de él acomodarse mejor en la segunda semana.

¿Cómo ve la ausencia de Egan Bernal?

Eso a veces pasa, él era uno de los opcionados pero lástima la caída y aún más doloroso es que fue en una práctica. Ya toca esperar ahora que se recupere y ver cómo le va en el Tour de Francia. Pero gracias a Dios todas esas posibilidades se trasladaron a Miguel Ángel López.

¿Cuáles son esos rivales a vencer por parte de Miguel Ángel, teniendo en cuenta que ya no está Tom Dumoulin?

Bueno hay que esperar que empiece la montaña y ver qué ciclistas están en buena forma, ahí es que se decide todo. El favorito para mí, era Dumoulin, por la forma en que ganó el Giro la primera vez, pero hay que ver ahora qué ciclistas están más fuertes en la montaña.

¿Qué hace diferente al Giro de las demás competiciones ciclísticas?

El Giro es una carrera que tiene finales muy rápidos. Es muy dura porque son tres semanas de entre 3.500 y 4 mil kilómetros, con muchas combinaciones de montañas y finales en velocidad. Para eso es vital la condición física y mental de los ciclistas, en caso que quiera buscar los puestos de adelante todos los días.

¿Qué recuerdos tiene de cuando se coronó campeón de la montaña en el Giro de Italia 1989?

Bueno tuve esa bonita oportunidad. En la montaña siempre me iba bien, pero lo que más recuerdo es el clima contra el que nos tocó luchar. Había lluvia, incluso nieve y eso es lo que le da más duro a uno en la montaña. Los Alpes es algo muy duro de recordar, se acaban las fuerzas por allá arriba.

¿A qué se debe el auge de los pedalistas colombianos en los últimos años?

Bueno ahora hay más equipos y más pedalistas jóvenes, en Colombia hay muchos y los equipos europeos se están fijando en ellos. Eso le abre puertas al ciclismo colombiano. La preparación a la que se someten los hace sobresalir y que en Europa estén pendientes de lo que estamos haciendo acá. Además está el prestigio del ciclismo colombiano que se ha ganado a lo largo de todos estos años y eso nos favorece bastante.

Un precedente de lo que usted dice es que Egan y Miguel Ángel son vitales en el Ineos y el Astana, respectivamente...
Sí, es que los técnicos, presidentes y patrocinadores no escogen al azar. A ellos dos les hicieron un seguimiento y saben que son buenos para escalar y que pueden mejorar mucho en las etapas contrarreloj, es decir, son deportistas que evolucionan por el talento que tienen. Además también tenemos velocistas consagrados, como es el caso de Fernando Gaviria, que es uno de los mejores del mundo.