Historias

La historia del padre Juan y su divertido canto vallenato durante la eucaristia

Con humor y ritmo este sacerdote se ha ganado el cariño de su pequeña comunidad.

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Juan Carlos Mendoza Vásquez es el párroco de la iglesia Nuestra Señora del Carmen en el corregimiento de Media Luna, municipio de San Diego, Cesar. A pesar de ser el guía espiritual de este pequeño lugar, se ha empezado a hacer conocido en redes sociales. La razón: su particular forma en que celebrar parte de la liturgia católica imitando al bueno de Diomedes Díaz. Así lo registra el diario El Pilón.

En un video que está circulando por redes sociales, el sacerdote muestra sus dotes de cantante con la frase: “bueno, por ahora como diría ‘El Cacique de La Junta’, se las dejo ahí, ahí, ahí”.

Este es el video:

Con esta jocosa y muy caribeña frase, Mendoza finaliza las misas ganándose así el amor del pueblo. "Es tan fuerte la dosis de humor que tienen las personas que están cerca de Dios, que pueden vivir en esa espontaneidad sin caer en el irrespeto. El humor es cuestión de seriedad, dentro de la eucaristía es un medio para llegar al fin, cuando el mensaje es enviado de una manera amena es más fácil de entenderlo", agregó

A sus 30 años, el sacerdote es conocido por su sentido del humor, virtud que le imprime a cada una de sus palabras durante el acto religioso. “La raíz de la perfecta alegría está en sentirse amado por Dios. En la vida debemos ser originales, no imitar, porque no hay uno como yo y nunca Dios creará otro como yo. Tengo genes folclóricos y virtudes para la poesía: eso me facilita ser como soy, el cura que en Cristo ríe, sufre, goza, canta y baila, soy genio y figura hasta la sepultura”. aseguro al diario.

Algunos lugareños afirman que está loco, pero él se defiende diciendo que lo mismo le decían a Jesús por asegurar que era el salvador de los hombres.“Quiero repetir unos versos muy populares en el canto de Silvestre Dangond: Ay dicen que yo estoy loco, que vivo desvirolao, que a mí me patina el coco por andar de enamorao”.

El párroco, que pasó de vender aguacates en y empanadas en el corregimiento de Badillo en Valledupar, descubrió su vocación a los 14. Ahora, 16 años después, es conocido también por haber ayudado iniciar construir la parroquia en Media Luna.