Fue identificado el cadáver de la joven que hallaron desnuda y asesinada en un canal de aguas negras en el municipio de Cereté (Córdoba). Se trata de Wendy Paola Ramírez Almario, de 19 años, quien estaba embarazada.
Daifer Guerra, quien era el compañero sentimental de la joven y padre del hijo que llevaba en su vientre, relató que Wendy había arribado un año antes con su padre al municipio de San Pelayo procedentes de la ciudad de Cartagena.
“Octavio –el padre de la joven– me la presentó en una fiesta”, afirmó Deifer. Añadió que se gustaron y se convirtieron en novios. Luego él se la llevó a vivir a Cereté, en el barrio Las Palmas, sector subnormal de ‘Cambuche’, donde vivían en una humilde vivienda, de bahareque.
LA DESAPARICIÓN
El joven contó que el pasado sábado 30 de diciembre se encontraba departiendo con Wendy en la terraza de la vivienda, se tomaban unas cervezas despidiendo el año anticipadamente ya que ella viajaría más tarde a Cartagena a pasar fin de año con su mamá.
“Ella estaba tomando conmigo en la casa, me dijo que iba a comprar otras cervezas y se fue al expendio de licor. De ahí ella no quiso venir más porque se quedó tomando con unas amigas”, agregó.
Dijo que no había reportado la desaparición de Wendy porque pensaba que se había ido para Cartagena a visitar a su madre, puesto que en eso habían quedado.
Sin embargo, Wendy Paola Ayazo Ramírez fue hallada muerta el pasado miércoles 3 de eneroen un canal de aguas negras del barrio La Candelaria en el municipio de Cereté.
PARA MEDICINA LEGAL SIGUE COMO CSI
El cadáver permanece en Medicina Legal como Cuerpo Sin Identificar (CSI), debido a que se encontraba sin documentos y en alto grado de descomposición. La familia de la joven residente en Cartagena no ha llegado a Montería para hacer la verificación a través de ADN.
LA ESPERABAN EN SU CASA
Su madre, María Teresa Almario Herrera, se enteró de lo sucedido a través de las redes sociales y en estado de shock, hablaba de Wendy, como si estuviese viva.
Su familia materna, que vive en la calle San Fernando, en el barrio Piedra de Bolívar en Cartagena, asegura que la esperaban para pasar el fin de año, pero Wendy nunca llegó.
“Ella quizás fue un poco rebelde, siempre vivió a su manera, pero la esperábamos con mucho cariño porque no la veíamos desde agosto del año pasado” aseguró una de sus primas.