Juan de Acosta, municipio apacible, en el que los días trascurren relativamente tranquilos con el permanente susurro del mar que lo bordea muy cerca, vivió este jueves un mediodía convulsionado y trágico.
Simón Eduardo Jiménez Maury, de 42 años, asesinó a cuchillazos a su pareja sentimental Jordana Andrea Echeverría Vásquez, una niña de 15; y posteriormente se suicidó también a cuchilladas.
Los hechos ocurrieron en una vivienda de la carrera 1A No. 3-43, barrio Villa Estadio, donde residía la peculiar pareja.
“Lo primero que hay que decir es que Jordana y Simón llevaban dos años y nueve meses de relación (es decir desde los 13 años de ella). Primero vivieron en Juan Mina, y hace cuatro meses estaban en la casa de Dunia Camargo, la abuela paterna de ella. Las discusiones eran normales como de cualquier pareja, pero siempre se notó que la diferencia de edades traería problemas”, relató una pariente de la menor que habló con AL DÍA y pidió reserva de identidad.
Tal vez por estos “problemas” de edades, hacía un mes la joven quinceañera había abandonado a Jiménez Maury, y estaba viviendo en Puerto Colombia con otro hombre, al parecer un cobradiario familiar de Simón.
No obstante la decisión de Jordana, Simón Eduardo Jiménez Maury no dejó de llamarla e insistirle de que regresara a su lado, reveló la misma fuente. La menor terminó convencida por el hombre y retornó junto a él, en la casa de la abuela de ella. “Jordana regresó a las 4 de la tarde del miércoles, Simón le dijo que la perdonaba, que entendía que ella quisiera experimentar una nueva vida con personas de su edad, pero que él la amaba y quería brindarle lo mejor”, siguió relatando la familiar.
A las 7:30 de la noche del mismo miércoles, tres horas y media después de la reconciliación, ambos fueron vistos por mucha gente del pueblo en un establecimiento de comidas rápidas en la Plaza Central de Juan de Acosta. Tardaron allí unos 40 minutos, comieron, compartieron y luego regresaron a la casa.
“Andaban agarrados de mano, parecía que habían arreglado totalmente sus diferencias”, apuntó una vecina.
Pero este jueves las cosas entre la pareja cambiaron diametralmente. Los vecinos dijeron que al rededor de las 11 de la mañana comenzaron a escuchar gritos e insultos entre los dos. Fieles a esa filosofía callejera de que “en pelea de marido y mujer nadie se debe meter”, la gente del vecindario seguía desde sus viviendas la discusión de la pareja, que a medida que pasaban los minutos subía de intensidad.
Pero en un momento dado los gritos cesaron, y lo que comenzaron a escuchar fueron quejidos muy fuertes que denotaban mucho dolo, provenían de la joven. La pareja permanecía encerrada en la alcoba que compartía.
Ya en ese momento los vecinos se agolpaban frente a la vivienda expectantes y angustiados, por lo que pasaba en el interior. Lo que hizo que tomaran la decisión de irrumpir en el inmueble fue cuando escucharon al hombre lanzar la frase que se ha vuelto fatídica: “Si no eres para mí, no serás para nadie”. Dos vecinos y Julio Echeverría, primo de Jordana, ingresaron al inmueble y encontraron una escena dantesca: la jovencita estaba en la cama, semidesnuda, ensangrentada, con tres cuchilladas; una en el pecho, otra en el abdomen y una más en la pelvis.
Al llegar los tres hombres Simón Eduardo Jiménez Maury salió del cuarto con un cuchillo en la mano, caminó rápido hacia la puerta y exclamó en la terraza: "¡La maté! ¡La maté!"
Con el mismo cuchillo con el que atacó a Jordana Andrea el hombre se lo incrustó en el pecho.
Luego se lanzó de frente y con fuerza contra una de las paredes de la casa, para que el filoso instrumento le penetrara en su totalidad.
A pesar de quedar moribundo con semejante acción, tuvo fuerzas para extraerse el arma cortopunzante, caminó dos pasos y se despolomó sin vida sobre la terraza.
Julio Echeverría, que presenció estupefacto la dramática escena, retornó entonces a la habitación donde estaba Jordana. Notó que aún se quejaba, la envolvió en una sábana y junto a ella se embarcó en un motocarro en búsqueda de ayuda médica.
A los pocos metros apareció una ambulancia que recogió a la herida y la trasladó a la ESE Hospital Juan de Acosta, que funciona en la vereda el Vaivén, muy cerca de ahí. Los médicos la recibieron, pero cuando la iban a atender confirmaron su deceso.
Según vecinos que alcanzaron a escuchar la discusión entre ambos, la joven se resistía a continuar conviviendo con el hombre, y esto al parecer desató su furia.
“Ella no quería vivir más con él”, aseveró Julio Echeverría, apesadumbrado y aún confundido por lo sucedido.
JORDANA DESERTÓ DEL COLEGIO
Arelis Jiménez Gómez, tía de la adolescente asesinada, contó que Jordana Echeverría Vásquez trabajaba junto a su abuela paterna en un taller de costura, en el barrio Las Flores, de Juan de Acosta. Se puso a trabajar luego de abandonar el colegio para iniciar la relación con Simón Jiménez Maury, que como ya se dijo era 27 años mayor que ella. La chica desertó de la Institución Educativa Técnica Juan Victoriano Padilla en el 2014, donde cursaba séptimo grado. Jiménez Maury era conductor de volquetas, y oriundo de Puerto Colombia. La pareja primero vivió dos años en Juan Mina y luego se mudó a la vivienda del barrio Villa Estadio, de Juan de Acosta, donde Simón decidió asesinarla y posteriormente acabar con su propia vida. Se pudo establecer que Simón era hermano de la madrastra de Jordana, y que a través de ese vínculo familiar se habrían conocido.