¿Cuestión de moda o historia trillada? ¿Exploración o irreverencia? ¿Mente abierta o falta de valores? ¿Cosa de jóvenes o de los más adultos? Interrogantes que AL DÍA consultó con expertos y que podrían dar luces para comprender las motivaciones que llevan a una pareja a tener sexo en espacios públicos, como hicieron los ‘Tortolitos de Malambo’, quienes no tuvieron reparos en darse cariño en la iglesia municipal.
En la edición del pasado 3 de enero este medio publicó la historia de un hombre y una mujer que a las 2 de la madrugada del Año Nuevo fueron grabados mientras cometían actos sexuales en el frente de la parroquia Santa María Magdalena, en la carrera 12 con calle 7, barrio Centro.
En el video, propagado en redes sociales, se observa a la femenina practicándole sexo oral a su pareja, sin importarle el lugar en el que estaban y mucho menos quién los pudiera ver o grabar, como finalmente sucedió.
Para Jair Vega Casanova, sociólogo y docente de la Universidad del Norte, ese tipo de manifestaciones no son expresiones que se remonten a esta época, viene de mucho tiempo atrás. “En primer lugar esto no es algo nuevo, no es cosa de la juventud de ahora como pudiera decir cualquiera. Estas acciones que rompen el orden y están dentro de las fantasías sexuales de la personas siempre han existido en todas las generaciones”, explicó Vega.
Pero además de no ser un comportamiento que obedezca únicamente a los jóvenes de esta época, ¿qué explicaciones puede tener el exhibicionismo en sí? José Manuel González, sicólogo, sexólogo y terapeuta de parejas, manifestó que la ausencia de educación sexual lleva a la falta de control sobre los propios deseos sexuales.
“Una adecuada educación sexual comienza por aprender a no irrespetar los derechos y las convicciones de los demás para satisfacer los deseos sexuales, algo que esa pareja (de Malambo) no tuvo en cuenta”, continuó González.
Con referencia a lo expuesto por González, surgen nuevas aristas en el análisis del acto ejecutado por los ‘Tortolitos de Malambo’: ¿Tomar la iglesia como escenario fue casualidad o un desafío a lo que a priori resultaba una apuesta arriesgada? José González considera que más allá de ser planeado, el hecho de que la mujer le practicara sexo oral al hombre en la iglesia obedece a una circunstancia en la que simplemente le perdieron respeto al lugar sagrado.
“El desprestigio de la iglesia, debido a todos los líos, como los abusos sexuales, lleva a que algunas personas no respeten estos sitios sagrados”, argumentó el sexólogo y sicólogo. “Desde el punto de vista moral viene el juicio por el lugar en el que sucede el acto: una iglesia, que tiene otras características, con una postura frente a la sexualidad más prohibitiva, donde eso es pecado y pecar donde no se puede pecar es una afrenta”, destacó el sociólogo Vega.
Pero por encima de cualquier explicación que pueda tener, los actos sexuales ocurridos en la iglesia Santa María Magdalena de Malambo provocaron reacciones fuertes por parte de las autoridades eclesiásticas y municipales.
“Nuestra postura es de total inconformidad por el acto que atenta contra la fe y el respeto al lugar sagrado”, dijo el padre Luis De la Rosa, párroco de la Santa María Magdalena. Así mismo, la Alcaldía de Malambo se pronunció. “Es política de esta administración municipal prevenir y rechazar esta clase de acto bochornoso y vergonzoso que se reflejan como mal ejemplo para la niñez, adolescencia, juventud y en especial para los feligreses”.
Pero a todas estas, qué se puede esperar, ¿que con el paso del tiempo estos actos sean más comunes o que disminuyan? “Es posible que en la medida que la gente deje de ver la sexualidad desde otras perspectivas, más allá de la moral, con libertad, se puede desinhibir, pero no necesariamente implique cometer esos actos”, precisó el sociólogo Vega.
¿Y quiénes son más propensos a provocar o insistir dichos actos sexuales en espacios públicos, hombres o mujeres? “Hay hombres con deseos muy altos, otros con niveles medianos y algunos con bajos deseos sexuales. Igual ocurre con las mujeres: hay de los tres grupos. Para ambos casos se debe tener en cuenta los niveles hormonales, la educación y experiencias pasadas”, comentó José González.
En una órbita más del común, entre los ciudadanos, la respuesta se orienta más al viejo dicho “el hombre propone y la mujer dispone”. Edward Palma, comerciante, expresó que sería miserable tener sexo en la calle, que ve mal lo hecho por los ‘Tortolitos de Malambo’, pero “¡cuando toca, toca!” Osiris Anaya, mercaderista, fue tajante al decir que el hombre llega hasta donde la mujer permite. “Somos nosotras las que debemos darnos el lugar y dignidad que merecemos”.
Entonces ¿se atrevería usted a tener sexo en la calle? ¿Ocurrirán nuevos casos como el de los ‘Tortolitos de Malambo’?. Amanecerá y veremos, por lo pronto, según la Policía, los casos conocidos de actos sexuales en vía pública aumentaron en 2018 con respecto a 2017.
Mediante el Código de Policía, en 2017 se decretaron 160 comparendos por realizar actos sexuales o de exhibicionismo que generaron molestia a la comunidad; en 2018 sancionaron a 267 personas.