Le incrustaron un palo en la cara
La imagen que fue presenciada por muchos fue espantosa y como pudieron lo socorrieron y trasladaron de urgencias a un centro asistencial cercano en donde lo estabilizaron.
A Henry Jael Madarriaga Vega, de 29 años, le salió muy caro el tirárselas de enamoradizo en un establecimiento comercial abierto al público en la vereda Piñalito, jurisdicción del municipio de La Unión, muy cerca de San Marcos. Por esa acción se formó una discusión que pasó a mayores y terminó en una fuerte gresca entre varios asistentes.
Uno de ellos tomó un palo y se lo incrustó por el ojo derecho.
La imagen que fue presenciada por muchos fue espantosa y como pudieron lo socorrieron y trasladaron de urgencias a un centro asistencial cercano en donde lo estabilizaron, pero nada pudieron hacerle allí debido a la gravedad de la herida.
Lo remitieron
Por ese motivo los médicos tomaron la decisión de remitirlo al Hospital Universitario de Sincelejo (HUS) en donde lo intervinieron quirúrgicamente y lograron retirarle el trozo de madera.
Pero las cosas no paran ahí porque el paciente necesitaba una atención especializada que en Sincelejo no encontraron en ninguna clínica. Por eso motivo lo trasladaron a una clínica de alta complejidad en la ciudad de Barranquilla (Atlántico).
Sobre los sucesos se conoció que Henry estaba bajo los efectos desmesurados del alcohol y llegó poniendo problemas. Incluso enamoró a una de las jóvenes que atendía en el establecimiento. Llegó hasta el punto de ponerse pesado lo que no le cayó bien a varios de los que estaban departiendo en ese momento.
Sobre su estado de salud se estableció que lo más probable es que pierda el ojo que le resultó afectado por el maderazo.
