El sector céntrico de Puerto Colombia, esa zona cercana al muelle que todo el tiempo parece de fiesta con música a altos decibeles y mucha gente circulando entre el mar y la playa, el pasado martes permanecía con los negocios cerrados y el ambiente en completo silencio. ¿La razón? A la una de la madrugada ocurrió una tragedia familiar que tiene consternados a muchos en el balneario: una joven de 28 años mató a cuchillazos a su padrastro, porque este atacó a la mamá de ella con un destornillador. Esta última permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Portoazul, bajo pronóstico reservado.
LOS HECHOS
Los hechos ocurrieron en el interior del restaurante y estadero El Regreso del Cóndor, también conocido en el sector como El Diomedazo, situado en la calle 2 con carrera 3. Allí discutían a gritos Enrique Vitola y su mujer Angélica Chica Velásquez, de 52 años. Según testigos, de un momento a otro se escuchó cuando la mujer pedía auxilio. En ese momento el hombre la atacaba con un destornillador de paleta. Le causó dos heridas: una en el pecho y otra en el lado izquierdo de la región clavicular. Dayana Paola Butrón Chica, hija de Angélica, se despertó con los gritos y presenció el ataque.
Sin pensarlo dos veces –según un familiar que pidió la reserva de la identidad y entregó pocos datos– la joven se dirigió a la cocina, tomó un cuchillo y atacó a su padrastro. Le propinó cinco heridas en el pecho y una más en el pómulo derecho.
“El man salió caminando todo ensangrentado hasta el hospital, pero se devolvió, y antes de llegar al lugar de los hechos se desplomó. En ese lugar murió”, dijo un testigo del hecho.
A Angélica Chica la trasladaron vecinos y familiares hasta la Clínica Portoazul, mientras que Dayana Butrón, que tiene ocho meses de embarazo, fue detenida por agentes de la Policía luego de que ella misma narrara lo sucedido.
A Dayana la individualizaron en la Uri de la Fiscalía, la vincularon al proceso por homicidio, pero fue dejada en libertad de inmediato por su avanzado estado de gestación.
UNA MALA VIDA
De acuerdo con lo manifestado por los trabajadores de los negocios aledaños, esta pareja se la pasaba discutiendo. Al parecer, Enrique Vitola celaba a Angélica todo el tiempo con los clientes del establecimiento.
“Él era albañil, pero pocas veces trabajaba. El hombre consumía drogas y cuando se le acababa volvía a la casa por más plata, y si ella no le daba también era motivo para golpearla”, dijo un vecino.
Enrique Vitola era oriundo de Tolú (Sucre), y Angélica es natural de Mompox (Bolívar).