Empropaz ha apoyado a más de 1.000 microempresarios en Caquetá, fortaleciendo negocios en la región.
El programa brinda acceso a productos financieros y formación especializada a microempresarios.
Empropaz ha contribuido al crecimiento empresarial y superación de la pobreza en Caquetá.
El departamento del Caquetá ha enfrentado numerosos desafíos a lo largo de su historia, siendo una región marcada por el conflicto y la pobreza. Sin embargo, gracias al programa Emprendimientos Productivos para la Paz (Empropaz), liderado por Bancamía y apoyado por USAID, la Corporación Mundial de la Mujer Colombia y la Corporación Mundial de la Mujer Medellín/De Mis Manos, se han abierto nuevas oportunidades para los microempresarios de la región.
Desde su inicio en 2018, Empropaz ha trabajado en 92 municipios de 17 departamentos, atendiendo a microempresarios afectados por la violencia y la pobreza. En Caquetá, cerca de 16.000 microempresarios han accedido a productos y servicios financieros en condiciones especiales, además de recibir acompañamiento integral para el crecimiento de sus negocios.
En los 12 municipios del departamento donde opera Empropaz, más de 1.000 microempresarios han recibido acompañamiento empresarial. De estos, cerca de 500 microempresas han sido fortalecidas y se han materializado 150 ideas de negocio. Asimismo, el 20% de los beneficiarios que completaron el programa han logrado superar la línea de pobreza monetaria.
El programa ha tenido un impacto significativo en la región. “En Caquetá, hemos logrado hacer un seguimiento al impacto del programa en el desarrollo de los negocios, evidenciando crecimientos de 103% en ventas, 113% en utilidades y de 130% en la capitalización en activos productivos de las unidades de negocio de quienes han finalizado su ruta con nosotros”, explicó Miguel Achury, gerente de Empropaz.
Además, Achury destacó la transformación en las vidas de los microempresarios más vulnerables: “De esta manera, estamos construyendo un legado de progreso social, ambiental y económico en la región que es medible no solo en datos, sino también en la mejora de las condiciones de vida de las personas del departamento”.
Uno de los beneficiarios del programa es José Alcibíades Cárdenas, un emprendedor de 51 años que, tras ser desplazado por la violencia, inició su negocio de chorizos en San Vicente del Caguán. “Gracias a Empropaz pude adquirir un triciclo con un parasol, comprar materia prima e impulsar mi negocio”, mencionó José.
La historia de José es un ejemplo de resiliencia y superación. A pesar de su falta de educación formal, participó activamente en la formación empresarial adaptativa ofrecida por el programa, mejorando la gestión financiera de su negocio y fortaleciendo su presencia en redes sociales.