Luego de ser capturado por presuntamente abusar sexualmente de una joven en Transmilenio, Juan Pablo González murió en una URI de la Policía en Puente Aranda, Bogotá y hasta el momento, cinco agentes de policías se encuentran siendo investigados por el hecho.
Este martes, la Fiscalía reveló varios videos en los que se observa la supuesta negligencia de la que se les acusa a los uniformados capturados, y que provocó que varios reclusos arremetieran contra el hombre.
#JUDICIAL Este es el momento, en el que, según la investigación de la @FiscaliaCol, policías entregaron a Juan Pablo González a reclusos de la URI de Puente Aranda, para que le dieran una “paliza” que terminó en homicidio. pic.twitter.com/gB1zF1qGo1
En plena audiencia judicial del ente acusador este 22 de noviembre, se presentaron varias pruebas con las que se busca demostrar la presunta complicidad de los cinco uniformados, en la muerte de González, ya que, al parecer, estos no habrían actuado ante la brutal golpiza que recibió en una URI de Puerto Aranda.
Las primeras imágenes de los metrajes que se conocieron, iniciarían mostrando momentos cuando otros privados de la libertad trasladaban al presunto abusador, quien ya tenía la cabeza rapada, hasta el baño por todo el pasillo de la Unidad.
Asimismo, se observa a cuatro de los policías implicados afuera del baño donde estarían golpeando y torturando a González: “Miren la distancia a la que están los cuatro patrulleros, miren la visibilidad que tienen y, sobre todo, escuchan a la persona que están matando”, expresó el fiscal.
¿Cómo fue la muerte de Juan Pablo Gónzalez?
En la audiencia de imputación de cargos que se adelantó este lunes 21 de noviembre, el fiscal encargado expresó que la víctima habría sido golpeada por más de 27 minutos, y que sus agresores le habrían causado más de 50 lesiones en todo el cuerpo. Entre ellas raspaduras, fracturas y equimosis.
Además, dio a conocer que el hombre no solo fue golpeado sino que también fue torturado y obligado a tomar la orina de otros cautivos. Todo esto, bajo la vigilancia de los cinco policías procesados este martes.
De acuerdo con varios testigos, este habría empezado a generar conflictos con lo demás detenidos, por lo que tuvo que ser cambiado de celda; sin embargo, a una hora determinada fue llevado a “bañarse y cortarse el cabello en uno de los baños de la URI”.