En medio de la tragedia aérea que enluta al fútbol mundial, en la que perdieron la vida casi todos los integrantes del plantel de Chapecoense, comienzan a conocerse detalles de cómo operaba sus vuelos charter a varios destinos en América.
El pasado 18 de octubre, días antes de enfrentar a Junior en Barranquilla por la final de la Copa Sudamericana (1-0), Chapecoense ya había vivido una odisea con la aerolínea en el momento de viajar a Colombia. El club brasileño tuvo problemas para aterrizar porque las autoridades en Brasil les habían negado los planes de dos vuelos chárter.
Héctor Fabio Báez, presidente del Junior, recordó este martes: “Tuvieron dificultades más que todo por permisos aeronáuticos en los diferentes países. Tuvieron que hacer un traslado a Bolivia y luego arrancar para Colombia, lo que fue un poquito traumático, con la misma aeronave que tuvieron el infortunio”, comentó el directivo para el medio local Zona Cero.
Báez comenta que, como en el caso del accidente en Medellín, el equipo brasilero también tuvo que hacer en su momento una escala en Bolivia, país de origen de la aerolínea Lamia.
Debido a la dificultad de llegar para el partido de vuelta en Chapecó, el presidente del Junior contempló la posibilidad de viajar en un vuelo chárter a bordo del
avión RJ85 de matrícula TT2933
, que se le ofreció al club barranquillero para llegar cómodamente y sin contratiempos.
Otros equipos que hoy se sabe tomaron el mismo avión son, por ejemplo, la Selección de Bolivia, la Selección Argentina en su vuelo a Belo Horizonte y Atlético Nacional en su visita a Cerro Porteño de Asunción (Paraguay). De hecho, en su momento hubo polémica porque la aeronave estaba marcada en el fuselaje con la leyenda “Atlético Nacional Campeón de la Sudamericana 2016”.
Hoy la aerolínea en el centro de la investigación tras el terrible accidente, pues el avión accidentado tenía más de 19 años de servicio y era su único modelo a disposición.