Mientras en Colombia el matrimonio igualitario apenas está logrando sus primeros pinitos de aceptación entre las multitudes desde que el 28 de abril del presente año se legalizó como derecho, en España, el matrimonio entre personas del mismo sexo es oficialmente legal desde el 3 de julio de 2005. 11 años de diferencia.
O sea que, técnicamente, en España deberían estar más “avanzados” en esta materia. Sin embargo, Jesús Tomillero Benavente no piensa igual.
Foto: co.besoccer.com
Este español de 21 años se ha desempeñado como árbitro de fútbol desde los 11. Nunca le gustó verlo por televisión pero desde chico su pasión siempre ha sido ser juez de los encuentros del balompié: “Es lo que más me gusta hacer en la vida”, cita el diario onlineEl Español.
Sin embargo, este gusto por el deporte se ha visto empañado por un tema que no tiene que ver con el ámbito profesional.Tomillero es homosexual.
Nunca lo ha escondido y de hecho, convive con su pareja y su relación es de conocimiento público. Pero desde hace algún tiempo ha tenido algunos inconvenientes por su orientación sexual no solo con la afición sino con personal de los equipos que participan en la liga en la que él tiene “la última palabra” como juez.
Una foto publicada por Jesús Tomillero Benavente (@jesustomillero) el 27 de Abr de 2016 a la(s) 8:29 PDT
Luego de ese hecho, su caso se vio publicado en varios medios, e inició una campaña a través de sus redes sociales, pidiendo el apoyo de la comunidad para que dejaran de juzgar a las personas por su condición sexual.
Pero el pasado sábado las cosas cambiaron. Corría el minuto 47 y hubo una patada en el área. Tomillero pitó penal e inmediatamente de la grada empezaron a surgir todo tipo de insultos: “¡Ese es el maricón que sale por la tele!” “¡Te vas a meter el gol por el culo, maricón de mierda!” gritó uno de los aficionados según El Español, quién publicó la historia.
Se vuelven a repetir los insulto por ser homosexual en un partido de 2 andaluza Juvenil !! Menores de dad pic.twitter.com/sMz3oahwpQ
Todo el público se reía. Ya se había acostumbrado a los insultos de algunos, pero al ver a todos sumados en carcajadas que aparecían no acabar, el colegiado cambió su opinión sobre seguir trabajando por el fútbol español.
El colegiado comunicó a la Real Federación Andaluza de Fútbol su renuncia porque “no aguanta más los insultos”.
Luego de hacer pública su historia la vida le ha cambiado 180° a Jesús Tomillero. Para bien porque “ha fortalecido a otros homosexuales, árbitros y no árbitros, incluso gente que decía que quería suicidarse y no lo hizo por ver mi ejemplo”. Y para mal porque los insultos han aumentado y lo que más le duele es que no es por la calidad de su trabajo sino por “amar libremente” según cuenta el español.
Ahora Tomillero trabaja como camarero en un restaurante de la Línea de la Concepción en Andalucía, desde las 6:30 am hasta las 3:00 pm. No descarta su regreso a las canchas, pero hasta que las personas dejen de verlo como alguien “diferente” asegura que perseguirá su felicidad y tranquilidad.