Falsa médica trabajó 3 años en clínica de Policía: la buscan para que responda
En la sede, ubicada junto a la escuela de Policía Antonio Nariño de Soledad, hay revuelo por este caso y por otras irregularidades que se habrían destapado recientemente, lo que derivó en la sanción de 5 funcionarios de la institución armada.
La Clínica de la Policía de Soledad enfrenta un escándalo por la presencia de una falsa médica durante más de tres años.
Irregularidades en la contratación y denuncias de nepotismo llevaron a una auditoría interna en la UPRES Atlántico.
La falsa médica, no registrada en el RETHUS, dejó de asistir tras la auditoría; se emprenden investigaciones disciplinarias y penales.
Si tienes algo más de tiempo:
Durante las últimas horas en Soledad, las conversaciones en los pasillos de la Clínica Regional de la Policía giran en torno a la reciente revelación sobre la presencia de una falsa médica que engañó al personal de planta y a los pacientes durante más de tres años.
La Dirección de Sanidad de la Policía Nacional emitió un comunicado el pasado 26 de enero, confirmando un trabajo de control interno debido a irregularidades en la Unidad Prestadora de Salud (UPRES) Atlántico.
¿Cómo comenzó a gestarse el engaño?
Este inusual episodio comenzó a gestarse entre junio y julio del año pasado, cuando una oficial de Policía, con el rango de coronel, asumió la dirección del centro asistencial.
Aparentemente, esta oficial realizó cambios, incluyendo supuestas convocatorias que terminaron en contrataciones de familiares, generando denuncias de nepotismo que llevaron a la auditoría interna.
La auditoría en la UPRES Atlántico descubrió diversas irregularidades, entre ellas la contratación de la falsa médica Maira Alejandra Zapata, quien se habría unido a la clínica en 2020.
Fuentes policiales indican que Zapata, aprovechando la crisis por el covid-19, trabajó en urgencias y atención virtual, incluso firmando actas de defunción, lo que agrava su engaño.
Comunicado
El comunicado de la Dirección de Sanidad señaló que la falsa médica no estaba inscrita en el Registro Único Nacional de Talento Humano en Salud (RETHUS). Ante la alerta, se ordenó una auditoría interna, y la contratista dejó de asistir a la unidad de salud. La UPRES Atlántico terminó unilateralmente su contrato y emprendió procesos disciplinarios y penales.
La Fiscalía en Atlántico está llevando a cabo investigaciones para descubrir la verdadera identidad de la impostora y su paradero. Además, se ha revelado que la falsa médica estuvo vinculada al Hospital Materno Infantil de Soledad en 2022, según documentos en poder de la Fiscalía.
Caso similar
Este caso rememora el incidente pasado de Yeudith Karina Martínez Mejía, quien falsificó un diploma para ejercer la medicina en Soledad en 2015. Tras la muerte de un paciente, Martínez fue condenada a siete años y cinco meses de prisión en octubre de 2017.
Este caso se destapó luego de la muerte de un paciente en un centro asistencial soledeño, a quien la mujer habría atendido en medio de un turno en enero de 2015.
En aquel tiempo, Ray Miguel Fontalvo Gálvez llegó al centro médico para ser atendido por un fuerte dolor que presentaba en la pierna derecha por un absceso que le había salido y por una fiebre que lo aquejaba.
El hombre, de 25 años, llegó a la urgencia del centro asistencial hacia las 11:15 de la mañana, acompañado de su esposa, María Cogoyo Romo.
Tras una larga espera, finalmente Ray Fontalvo fue atendido por la médica en turno, Yeudith Karina Martínez Mejía. Antes de que le fuera suministrado algún medicamento, su esposa le advirtió a la doctora que su pareja era alérgico a la penicilina.
Sin embargo –y como consta en la denuncia penal que instauró la pareja del fallecido en la Fiscalía– Martínez le respondió que “los médicos eran ellos y que para eso habían estudiado”. Por ello ordenó que se le aplicara un gramo de oxacilina por vía intravenosa, que es un antibiótico. También le fue inyectado clindamicina de 600 miligramos, otro antibiótico, lo que derivó en la muerte del joven.
En fallo emitido en octubre de 2017 por el Juzgado Segundo Penal del Circuito de Soledad que le dio a la mujer siete años y cinco meses de prisión.